Otrora una pequeña villa que albergó las casas de fin de semana, hoy la ciudad se convirtió en la residencia permanente de muchos rosarinos seducidos por la propuesta urbanística de Juan Félix Rossetti.
Inspirado en Naples, ciudad ubicada en el condado de Collier en el estado estadounidense de Florida, el empresario desarrolló los primeros barrios cerrados de Funes. “Donde todos vimos campos sembrados el vió magníficas urbanizaciones de las que pocos conocían” refirió un lugareño sobre su visión empresaria.
Profundo conocedor de esas tierras, con una visión muy clara de hacia dónde debiera ir la ciudad y su región, dialogó con ON24:
¿Funes está llegando a un techo en su expansión?
No me gusta hablar de Funes sino de la ciudad y su región. Rosario tiene muchas limitaciones de crecimiento por su río, su zona portuaria,… Hoy la urbe crece hacia el norte y hacia el oeste. Hay muchas tierras para invertir pero sin buena conectividad: Nuevo Alberdi, Ibarlucea, Funes, Pérez. No faltan ganas de invertir ni espacio, la limitante es la falta de infraestructura sobre todo en vías de acceso y claramente en servicios: gas, energía, cloacas; Funes no escapa a eso.
Pero la gente sigue llegando a Funes…
Así y todo la gente sigue viniendo por la atracción verde, por la sensación de vivir al aire libre, pero también se auto-engaña: un día lindo venís acá y decís “qué bueno es vivir en Funes”, y venís para acá y se padece la falta de servicios que se había tomado como un aspecto secundario. Justamente la búsqueda de los barrios cerrados tiene que ver con resolver muchos de esos problemas.
Atendiendo esta realidad ¿sigue apostando a los desarrollos urbanísticos?
Hace seis años que no estoy desarrollando nuevos proyectos urbanísticos, me estoy dedicando al sector agropecuario y ganadero. Esto es como un partido de tenis: te gusta jugarlo un día de sol, si llueve y hace frío no vas.
Cada vez es más difícil desarrollar algo en un área que no esté urbanizada por los costos que esto significa, y todo lo que te exigen desde el estado es anterior a la inversión, esto hace que aumenten mucho los riesgos de la inversión agregado a la incertidumbre jurídica. Hoy comprás un terreno pero no es fácil hacer el desarrollo que uno pretende por la cantidad de actores públicos con los que hay que hablar -municipio, provincia y empresas de servicios-. En el caso de las empresas de servicios te exigen obras millonarias, como un impuesto a la inversión, así los números no dan. Tenemos a la espera proyectos muy importantes de impacto regional pero que están en carpeta, son desarrollos urbanísticos.
Qué zonas están en condiciones de expandirse en la ciudad?
Funes es una ciudad chica de 10.000 hectáreas de las cuales: 2500 están afectadas por la represa Ludueña, hay otras 2500 a 3000 hectáreas que corresponden al área urbana central y en el resto hay algunos sectores para poder expandirse. El norte está muy complicado por su conectividad, la pista del aeropuerto es una barrera para acceder hacia esa zona con nuevas obras. El sureste de Funes es otro sector para desarrollar, son 400 hectáreas catalogadas como área industrial que en la práctica hoy por hoy tienen un acceso por Pérez. Particularmente yo creo que no es el perfil de Funes contar con una zona industrial, Funes es una un área residencial y comercial.
¿Qué posición tiene frente a los nuevos condominios en altura? ¿Cree que la ciudad necesita replantear su código urbano?
Los condominios son áreas más chicas de un producto nuevo que apunta a la pareja joven que quiere un entorno natural pero no quieren los costos de una casa.
Funes necesita un plan de infraestructura no un plan urbanístico. Lo importante es que el consumidor pueda elegir, y no que el estado decida.