Firma rosarina desembarca en emblemática esquina

La legendaria confitería Familia Anabel cumple en marzo 40 años en el mercado y lo conmemorará inaugurando un nuevo punto de venta en el corazón de la ciudad. La firma se quedó con el alquiler del emblemático local de la esquina de Presidente Roca y la cortada Álvarez, frente a la Plaza Pringles, donde hasta mediados de 2015 supo funcionar Cardón.

En diálogo con ON24, Marcelo Settimo, miembro directivo de la empresa, indicó que “será una prueba laboratorio”, ya que será operada por la propia familia que dirige la firma como si fuera una franquicia, un negocio independiente de su casa matriz. Aunque ya han tenido varias propuestas para comprar, efectivamente, la franquicia, desde Familia Anabel apuntan a afianzar un nuevo modelo de negocio, que, de acuerdo a la demanda, se irá expandiendo con nuevos franquiciados.

“Queremos generar un módulo de negocio que sea reproducible. Nuestra casa matriz es muy difícil de llevar a un esquema de franquicia porque tiene una dimensión muy grande, con una propuesta de más de 300 productos, y, a su vez, es un negocio con autoproducción”, explicó Settimo. “Hay que llevarlo a un formato aplicable a distintas superficies, incluso fuera de la provincia”, agregó.

En la firma, tienen claro que “la franquicia es la reproducción de un negocio exitoso, no de una marca conocida”, por lo que, afirmó el ejecutivo, “nosotros no queremos hacer ensayo y error con el franquiciado”. Y agregó: “Nunca vamos a ceder en detrimento de la calidad del producto; la empresa se consolidó así”.

Si bien el nuevo local funcionará como negocio independiente, no subsidiado por la casa matriz, sí será abastecido por ella, que, según su directivo, hoy cuenta con capacidad ociosa.

De acuerdo con Settimo, la empresa se encuentra en el proceso de selección de los productos que comercializarán en la “franquicia”, ajustándose a las necesidades de mercado. Se ofrecerán unos 40 productos, que abarcarán las líneas de panadería, rotisería, sandwichería y cafetería, por lo que uno de los principales desafíos será sinterizar la oferta, que hoy supera los 300 productos.

En ese sentido, dispondrá del servicio takeaway (comprar para llevar), así como también de un espacio para consumir en el lugar y la posibilidad de que el cliente pueda armarse su propia vianda para desayunar, almorzar o merendar en su trabajo. Según Settimo, el concepto del nuevo punto de venta será un “market gourmet”, al estilo neoyorquino, pero adaptado al mercado rosarino con productos de elaboración propia.

Cabe resaltar que el nuevo negocio estará en sintonía con el reposicionamiento de imagen que encaró la firma este año, por lo que funcionará bajo el paraguas de la marca registrada “Familia Anabel, tienda de exquisiteces”.

Respecto a la elección del inmueble para instalarse en Roca y Álvarez, Settimo sostuvo que “una marca emblemática como Anabel necesitaba de un punto estratégico emblemático. Y creo que la Plaza Pringles es un punto de referencia en Rosario”.

La búsqueda del local adecuado no fue sencilla. “No queríamos un megalocal”, afirmó el empresario, quien añadió que el mismo debía reunir algunos requisitos clave, como la superficie (cercano a los 90 metros cuadrados), la ubicación estratégica y la cercanía a un espacio verde, punto en el que la firma viene apostando fuerte a través de una estética particular con predominio de texturas naturales, madera, arpillera y énfasis en la alimentación saludable.

Cuando desde Anabel comenzaron a averiguar por el local que ocupaba Cardón, y que alquilaba Banchio, el mismo ya estaba reservado por otra empresa. Pero la reserva cayó y la tradicional confitería de Rosario pudo abrochar el alquiler en octubre pasado para expandirse en la ciudad.

REDACCIÓN ON24

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