El INTA Pergamino lanzó una alerta por la presencia de isoca medidora en lotes de girasol y de soja, y advirtió que esta primer generación de la plaga será punto de partida para una población más intensa en los meses de enero y febrero que, segun las condiciones ambientales de estos meses podría afectar seriamente a la soja.
“Estamos en los estados iniciales de soja de primera y, si bien no debemos tomar decisiones apresuradas, sabemos que proteger el arranque del cultivo ante probables daños de importancia nunca es mala idea”, dijo el informe elaborado por el Ingeniero Agrónomo Nicolás Iannone. Pero recordó que los lotes de soja suelen presentar situaciones agronómicas muy distintas entre sí, las cuales permiten un variado tipo de respuestas ante un mismo nivel de defoliación.
Los niveles de daño económico para una defoliadora como la medidora son importantes para orientar la toma de decisión, aunque pueden distar mucho de ser precisos.
Iannone dijo que “para un lote dado y en base a los umbrales orientativos disponibles, debemos ajustar el nivel de defoliación que ese lote en particular estaría en condiciones de tolerar, a fin de tomar una correcta decisión. Ese ajuste, basado en un análisis agronómico integrador sobre la situación real del cultivo en un contexto global, debiera estar dado en función del estado fenológico de la soja, condiciones de estrés o buena disponibilidad hídrica, tipo de cultivar, así como clase y condición del suelo, tipo y cantidad de plaga y daños presentes”.