Matías Carugati – Economista Jefe en Management & Fit
El optimismo económico repuntó pero el político cedió nuevamente la semana pasada. En el relevamiento del 28 de noviembre al 02 de diciembre, el Índice Global de Optimismo Económico aumentó levemente a 36,3 puntos (+0,3 puntos respecto a la semana anterior) mientras que el Índice Global de Optimismo Político cayó a 39,9 puntos (-0,3 puntos). En el plano económico, las expectativas futuras traccionan la recuperación mientras que el diagnóstico de la situación actual sigue sin mejorar. La percepción es que hay enojo o preocupación por la situación económica que se vive hoy pero todavía hay expectativas positivas con respecto al futuro. En términos políticos, la tendencia es divergente y mientras que las expectativas empeoran el diagnóstico de la situación actual se mantiene o empeora levemente. Tanto la capacidad para resolver problemas como el liderazgo político presidencial son los elementos con mayor volatilidad, generando proporcionalmente mayores variaciones ante coyunturas adversas o favorables. De todos modos, ambos índices continúan fluctuando alrededor de un nivel determinado (alrededor de 36 puntos el optimismo económico y 40 puntos el político), tal como lo vienen haciendo desde mediados de año.
La mejora de las expectativas empujó el optimismo económico. Las expectativas aumentaron a 41,5 puntos (+0,8 puntos respecto a la semana anterior) debido a mejoras en todos sus componentes, sobre todo en lo que hace a la situación de precios (+1,4 puntos) y de ingresos (+0,6 puntos). Así todo, con un proceso de desinflación que avanza a paso lento, las expectativas respecto a la inflación siguen siendo el componente de peor performance del subíndice. En tanto, el subíndice de confianza económica cayó a 31,1 puntos (-0,1 en relación a la semana previa). El deterioro del mercado laboral sigue afectando la percepción respecto al empleo (-0,5 puntos) y cayó la satisfacción respecto al nivel de vida alcanzado. Continúa verificándose un “efecto esperanza” (diferencia entre expectativas y confianza), que pasó de 9,6 a 10,5 puntos en la última semana.
El optimismo político retrocedió nuevamente la semana pasada. El subíndice de expectativas cayó a 39,4 puntos (-0,7 puntos respecto a la semana anterior), debido a disminuciones en la percepción futura de liderazgo del Presidente (-2,1 puntos) y a la situación política (-0,5 puntos). En tanto, el subíndice de clima político aumentó levemente. El componente que más se deterioró fue la percepción respecto a la preocupación del gobierno para resolver problemas (-1,7 puntos) mientras que el de mayor aumento fue la eficiencia del gasto público (+1,1 puntos). La evolución temporal del optimismo político refleja cierta insensibilidad del índice a las novedades que fueron dándose con el paso de las semanas.
El optimismo repitió los movimientos de la semana pasada: mejoró en la CABA pero retrocedió en el conurbano. El relevamiento en CABA mostró un aumento de 1,1 puntos del optimismo económico y de 0,6 puntos en el plano político. En cambio, la medición en el conurbano bonaerense (Cordones 1 y 2) arrojó una baja de 1,3 puntos en el primero de los índices y de 2,5 puntos en el segundo. Como resultado, la evaluación en CABA aún se mantiene por encima de la del conurbano y el Total Nacional, especialmente en el plano político (ver Anexo Estadístico para detalles).
El optimismo muestra diferentes matices a nivel educativo. A diferencia de lo que venía sucediendo tiempo atrás, en la última semana las personas de menor nivel educativo continuaron mostrando mayores niveles de optimismo. Por el contrario, la franja social de mayor educación es la que se muestra menos optimista. Hasta hace dos semanas la situación era prácticamente inversa. El cambio se debe a una abrupta caída del optimismo entre las personas de nivel educativo medio y alto. Las diferencias más apreciables se dan en la percepción del clima político actual, sobre todo en la eficiencia del gasto público.
Por último, el optimismo se mantiene mayoritariamente entre los más jóvenes. Ambos indicadores aumentaron en la última semana entre los menores de 40 años. En concreto, el optimismo económico entre los jóvenes creció 1,2 puntos, mientras que el político lo hizo en 1,3 puntos. De todas formas, se mantiene la tendencia de que los jóvenes evalúan de forma más positiva las perspectivas (económicas y políticas) futuras y el clima actual. La diferencia de percepción más relevante (más de 12 puntos) se da en lo que refiere a la honestidad del gabinete nacional.
ANEXO ESTADÍSTICO
Ficha Técnica Fecha de relevamiento: recolección semanal de Martes a Viernes.
Universo: población urbana en condiciones de votar (mayores a 16 años). Excluye teléfono celular.
Muestreo: IVR con post-estratificación por sexo, edad, nivel educativo (según Censo Nacional 2010) y tipo de aglomerado medido en cantidad de habitantes.
Tipo de Investigación: Cuantitativa. Casos: 2.810 casos ponderados a nivel país con un 2% de margen de error al 95% de confianza.
Representatividad a nivel de tipo de localidad garantizada: cuotas por sexo, edad y nivel educativo intra-tipo de localidad. CABA es punto fijo.
Ponderación de la muestra: corrige sesgos de selección y no respuesta. La muestra final se corresponde con las proporciones de sexo, edad y nivel educativo del Censo 2010.
Corte de resultados por área geográfica: con un margen de error del 3.5% se permiten cortes de CABA, GBA y Resto país.
