La decisión del gobierno nacional de rebajar los aranceles a productos informáticos también impacta en Rosario. Ante el complejo panorama que pinta la medida que busca implementarse a partir de marzo, empresarios del sector alertan sobre sus efectos directos en la actividad y el empleo; al tiempo que piden agotar las instancias de diálogo.
Entre la nómina de empresarios preocupados se encuentra Sergio Airoldi, CEO de la mayorista Air Computers; que en caso que la decisión gubernamental prospere, se vería afectada seriamente no en su faceta de distribuidora, sino en su faceta de fabricante de su propia marca, llamada CX.
Según expresó Airoldi en la mañana radial de Fisherton CNN, si bien cree necesario introducir cambios en pos de una mejora en precios, las medidas sobre el sector deben ser graduales. “Estamos de acuerdo en que hay que bajar los costos del acceso a la tecnología, eso permitiría una mayor demanda”, sostuvo el empresario. Al tiempo que explicó: “Pensar que bajar un 35% el arancel de una computadora va a reducir en un 50% su valor es una mentira enorme (…) Esto es así porque la baja en los derechos de importación (el 35%) están calculadas sobre el costo del ingreso del producto terminado con el valor FOB, de ahí se cargan los impuestos locales más los costos de la cadena comercializadora. Por ende, estamos hablando de un 35% sobre un 60% del valor del producto, con lo cual, no va a bajar más de un 15 o 20% como máximo”. Además, “nosotros no pagamos un 35% de derechos, sino que pagamos un proporcional del 18%. O sea que no va a bajar para nada ese 50% que dice (el gobierno)”.
En este sentido, el empresario sostuvo que “el gobierno tiene mucho por hacer en lo que se conoce como el costo argentino, donde intervienen la logística y los costos de producción”.
La propuesta del sector
“Nosotros proponemos que se vuelva al arancel del 16% sobre el producto terminado y al 0% en los componentes (esto fue cambiado por el gobierno anterior, que los subió para mejorar Tierra del Fuego, que ya no produce computadoras). Esto sería una baja gradual, bajarían los costos en los puntos de venta, haría una transición en la industria y no impactaría de la manera en que este cambio puede impactar”, aseguró Airoldi.
“Yo sigo pensando que esto tiene que generar una reflexión, hay un tiempo todavía para seguir conversando, el gobierno está abierto al diálogo. No podemos dar un barquinazo de un momento a otro porque pone en riesgo 4 mil puestos de trabajo directos y 5 mil indirectos”, consideró.
El plan B de Airoldi
En caso de no prosperar el diálogo, la firma se plantea la reconversión de su estructura. “Seguiremos distribuyendo las marcas internacionales y nuestra marca migrará a producirse fuera del país. Lamentablemente, lo que hoy produce mano de obra calificada argentina, no va a poder seguir en la empresa”.
La estructura de Airoldi tiene su parte más importante de producción y robótica en Buenos Aires, y líneas de ensamblaje en Rosario y Córdoba. “Estos dos últimos casos no estarían tan afectados porque se pueden acomodar a una línea de producción parcial, pasando gente al servicio técnico. Lo más grave es la parte de robótica” donde hay unos 7 millones de dólares invertidos en tecnología, “veremos de vender esos equipos a Brasil o China”, concluyó el empresario.
REDACCIÓN ON24