La combinación es letal: atraso cambiario más escasez de hacienda sumado a más de una década que denigró a todas las industrias vinculadas con el campo.
El gigante Quickfood vendió en los primeros 9 meses de este año $3754 millones, cifra 42% más alta que la registrada en igual período del año anterior. Pero afrontó una suba del 49% en los costos operativos y un 60% en los financieros.
La empresa registró al 30 de septiembre pasado un patrimonio Neto negativo de 289millones de pesos.
El crecimiento descomunal de costos generó un resultado neto negativo de 330 millones de pesos en enero-septiembre de este año versus una pérdida de 11 millones de pesos en el mismo período de 2015.
“Las condiciones del negocio continuaron siendo desafiantes durante los nueve meses de 2016. El precio de la hacienda y otras materias primas permanecen en niveles elevados y fueron parcialmente traspasados hacia los siguientes eslabones de la cadena en el mercado interno”, indicó Quickfood en el último balance presentado ante la Comisión Nacional de Valores.
BRF, la empresa brasileña controlante, soportará financieramente a la sociedad para que la misma pueda asumir sus compromisos comerciales y financieros, como así también las obligaciones legales.
La firma también se encargó de asegurar la normalidad del funcionamiento del negocio.
En los primeros nueve meses de este año las ventas de productos elaborados con marca (fundamentalmente las hamburguesas Paty) fueron de 53.376 toneladas, una cifra 17% superior a la registrada en el mismo lapso de 2015.
El frigorífico tiene espaldas para esperar un 2017 más alentador.
