26% más de trigo

El reciente informe de la Guia Estrategica del Agro de la Bolsa de Comercio de Rosario indica que, a pesar de que nuevos eventos de tormentas acechan sobre Buenos Aires, para desplazarse luego hacia el norte, el trigo enfrenta los excesos y las enfermedades de roya y manchas foliares con entereza y buenas condiciones.

Sin ajustes en superficie respecto de la anterior estimación, se mantiene una cobertura triguera de 4,62 millones de hectáreas, que en términos interanuales significa un crecimiento de un 18% a escala nacional. Se espera que se coseche un área de 4,43 millones de hectáreas con un promedio de productividad unitaria nacional de 28,5 qq/ha. Como resultante, la cosecha de trigo produciría 13,4 Mt, volumen que resulta superior al obtenido en la campaña anterior en un 26%. Esta estimación se realiza con datos de la condición observada en los cultivos, resaltando que aún quedan regiones muy importantes que deben atravesar etapas críticas para la formación de los componentes de rinde.

La franja oeste del país recibió un núcleo de lluvias contundentes que rompió las marcas de los máximos en el NO de Buenos Aires, La Pampa. También se destacan fuertes lluvias en Corrientes. En el resto fueron más moderadas y resultaron más oportunas para los trigales durante el llenado en la región pampeana. La sobreoferta de lluvias durante octubre y principios de noviembre afectó con severos excesos al NO de Buenos Aires, N de la Pampa, y el sur de Córdoba y Santa Fe, provocando pérdidas parciales hasta totales en la superficie triguera en un rango de las 100 a 150 mil ha, por lo que ya se trabaja con una pérdida de área total a nivel país de 185 mil ha. Esto se aprecia en la imagen a nivel país (elaborada por la consultora de climatología aplicada —CCA—), y en el detalle para la región pampeana.

Casi todo el ciclo del trigo argentino se desarrolló sin problemas importantes de falta agua en las regiones productivas más importantes. Más allá de la interrupción de lluvias durante el final del macollaje, que en algunas terció hasta la floración, en general las reservas eran suficientes para satisfacer las demandas de la ontogenia del cultivo. En el sudeste bonaerense, sin embargo se mantiene una menor provisión de agua, que puede repercutir en los cultivos de no revertirse próximamente. Pero en el general, la contrariedad que está amenazando los rindes está en la presión que ejerce el mayor desarrollo de enfermedades. También hay que nombrar al frío que se acentúo por el prolongado período de nubosidad y que provocó algunos problemas en los cultivos del centro de la provincia de Buenos Aires por las heladas del 28 de octubre. El agua apareció tarde para el norte argentino, hecho que reflejan los rindes del inicio de cosecha y en las proyecciones de resultados. 

En Chaco y Santiago del Estero la superficie cosechada alcanza al 50% de lo que se implantó. En Chaco se esperan a nivel provincial un rinde promedio de 16 quintales. En Santiago del Estero las condiciones han sido mejores y se estiman los rindes en casi 18 qq/ha.

Se perfila una mejor campaña este año en la provincia de Córdoba. Si bien hubo un retroceso en la condición de los cultivos luego de la primera semana de octubre, y el agua llegó más tarde de lo que se esperaba, por las notables reservas de agua, y las lluvias que se han sucedido, se espera una productividad unitaria promedio de 29,4 qq/ha. Esto es un quintal más para toda la provincia respecto del año pasado. Se teme por el impacto que están teniendo las enfermedades, pero con el progreso de las labores de cosecha podría ser evidente un mejor comportamiento productivo. La condición que predomina en los trigales es buena a muy buena. Este año se espera una producción superior a los 3,6 Mt que deberá ser confirmada con la evolución de la recolección.

En la provincia de Santa Fe los primeros resultados de la cosecha en el norte provincial son superiores a los promedios que se esperaban. Este año en toda la provincia de Santa Fe predominó el aspecto bueno a muy bueno en los cuadros y las etapas fundamentales del cultivo se desarrollaron con una buena provisión de agua. De todas maneras se mantiene el monitoreo y control de las enfermedades, que han tenido un rápido avance en este último periodo. Se estima un rinde provincial de 35,2 qq/ha, casi dos quintales más que en el ciclo anterior.

En la provincia de Buenos Aires se prevé un rinde promedio en torno a los 33,3 qq/ha y se proyectan en 103 mil hectáreas la superficie que podría no cosecharse. Las lluvias volvieron a transformarse en un fuerte problema en el mes de octubre y los primeros días de noviembre. Los sectores del noroeste contrastan gravemente con el sureste provincial. Los primeros recibieron volúmenes de lluvias de 150 a 300 mm, máximo que corresponde a General Villegas. El gradiente se achica hacia el núcleo triguero del sudeste, donde en el mes de octubre, se totalizaron 60mm, unos 20 a 30mm menos de lo que marcan las medias para esa zona. De todas maneras esos milímetros sirvieron para que los cultivos reviertan la falta de agua que se marcaba en setiembre. Prácticamente sin presión de enfermedades, con mejores condiciones hacia el área Tandilense, donde en lo que va de noviembre Necochea totaliza entre 30 y 40 mm. Es mayor la escasez en la región de Tres Arroyos donde aún no se llega a los 20 mm. De todas formas, los cultivos crecen sin condicionantes importantes pero con necesidades que deberán suplirse próximamente para no afectar el potencial productivo.

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