La marca de los “containers gastronómicos”, Urban Crepe, desembarcó en el shopping Alto Rosario -Junín 501. Este clásico de la gastronomía francesa tiene una interesante relectura que los transformó en marca registrada: una alta exigencia en las materias primas utilizadas y el foco puesto en la elaboración artesanal hacen de los crepes de Urban un estricto Fast Good.
Esta nueva sede de Rosario fue franquiciada a Marcos Quaranta y Gonzalo García Fradua pero cuenta con la calidad y el servicio de los tres locales que Urban Crepe posee en Buenos Aires.
El menú cuenta con 26 combinaciones diferentes de crepes (11 saladas y 15 dulces), en ambos casos con toppings para personalizarlos, entre las que destacan la crepe de salmón (con relleno de salmón ahumado, alcaparras, queso philadelphia y rúcula) y la poco convencional “Revuelto Gramajo” (relleno de omelette de queso y papas pay). Dentro de la oferta dulce, sobresalen el clásico de Nutella (con frutillas, crema y almendras) y el de manzanas caramelizadas (con crumble, pasas de uva y crema). Todos especialmente abundantes. Además, en la carta también hay espacio para paninis, una ensalada del día, Triffle con granola, ensalada de frutas, café Nespresso, smoothies y jugos naturales, a los que se les puede agregar Clorofila, una de las últimas tendencias en alimentación saludable.
En Rosario el local propone combos promocionales entre $60 y $80 de lunes a viernes.
Urban Crepe desarrolló una experiencia gastronómica que invitan a ser transitada: comida sana para comer al paso y preparada al instante y a la vista. Pero este estilo nació antes de la apertura del local de Rosario. Ya que el dueño de la idea y gestor intelectual de este concepto, Luciano Bick, convocó a dos cocineros expertos para dar con la receta magistral de la crepe. Así Daniel López Martitegui y Darío Gualtieri consiguieron esta masa delgada, de sabor neutro y con la textura exacta para disfrutar sin cubiertos, una receta maestra.