El estudio lleva más de 3 años y ha avanzado en aspectos como la intensificacióny diversificación de las rotaciones con resultados que muestran un beneficio total del sistema en la mayoría de los ambientes experimentados.
“El objetivo es utilizar las herramientas disponibles para diseñar estrategias que permitan incrementar la productividad. Nos preocupa que el nivel de aplicabilidad de sistemas de manejo agrícolas integrales o más intensos y complejizados, no sea masivo. Aún son pocos los productores que lo están adoptando”, destacó el investigador Ignacio Alzueta (GTD Chacra, Fauba, Conicet), quién presentará los resultados de las experiencias de la Chacra Bragado-Chivilcoy durante la Jornada Aapresid reprogramada para el próximo martes 15 de noviembre en Rawson, Chacabuco (Buenos Aires).
Los técnicos reconocen los avances en el achicamiento de las brechas productivas de los cultivos afirmando que “el camino va por las rotaciones con mayor grado de intensificación y diversificación”, esto es la utilización de más cultivos por año y con mayor participación de gramíneas, con el objetivo de “aprovechar los recursos disponibles y elevar la productividad total del sistema”.
Por su parte, las evaluaciones realizadas también muestran claridad cuando se ajustan las tecnologías disponibles a estrategias de rendimientos altos. “Primero hay que incrementar el nivel nutricional, con planificaciones en enriquecimiento y reposición de los mismos” explica Alzueta.
El investigador reconoce a los cultivos de cobertura como una opción importante si se tiene en cuenta que éstos funcionan muy bien en la supresión de malezas. “Hemos observado que mediante la implantación de alguno de ellos se puede prescindir de la utilización de herbicidas residuales, atenuando costos e impactos ambientales. En otros (vicia, tréboles), está muy claro el beneficio que se consigue por su aporte de nitrógeno e incremento productivo en el mediano plazo”.
Aún hay mucho por recorrer
Aapresid ha iniciado un camino de experiencias basadas en el Conocimiento en Red y las Buenas Prácticas Agrícolas para darles a todos los productores agropecuarios herramientas que les permitan producir más, pero conservando o aún mejorando el ambiente.
El trabajo “va por encima del éxito o los resultados puntuales de cada año agrícola” diceAlzueta. “Se trata de producir de la forma más sustentable posible, y ahí es donde juega un manejo integrado de malezas, la agricultura certificada y el seguimiento exhaustivo de la calidad y trazabilidad en la producción de alimentos. Todos, beneficios que se verán a futuro tras la generación de contenidos e información calificada para la comunidad agroalimentaria y la sociedad en general”, subrayó Alzueta.
Pero una luz amarilla se enciende en el tablero ya que, como indica el investigador, la salud de los suelos está en un nivel de desmejora en algunos casos.
Alzueta, remarca que en las Chacras Aapresid se trabaja para buscar una salida de rendimientos promedios estabilizados desde hace una década y concluye: “Lo bueno, es que de a poco se ve un cambio en la forma de producir y el impacto en el ambiente se va atenuando. Es decir, el achicamiento de la brecha productiva es cuantificable sobre cultivos de maíz, trigo y soja cuando se aplica e invierte en tecnología y procesos”, destacó el especialista.