Con una convocatoria que dejó sorprendido a más de uno, el pasado sábado 10 de octubre se llevó a cabo el primer Festival de Cerveza Artesanal en Pichincha, en el que 12 comercios del corredor gastronómico ofrecían descuentos especiales en la bebida y en la carga gastronómica.
Se desarrolló entre las 18 y las 24 horas y, con la ayuda del estado del tiempo, las calles de Pichincha se vieron rebalsadas de gente. Los organizadores estiman que en ese rango horario pasaron entre 7.000 y 8.000 personas. “Venían de a olas”, graficó Germán Bruner, administrador de Mercado Pichincha, en diálogo con ON24.
Claro, con el vaso de 330 cc. de cerveza artesanal a $ 40 y una pizza al mismo valor, sumado a una tarde-noche espléndida, el evento “superó amplísimamente las expectativas” en lo que respecta a convocatoria, afirmó Bruner, lo que generó ciertos inconvenientes en el abastecimiento: “La mitad de los comercios se había quedado sin cerveza a mitad de la jornada”, señaló.
Si bien la comunicación por parte de la organización no fue masiva, la viralización en redes sociales y el boca a boca hicieron colmar la vía pública. “Si hubiéramos sabido que iba a venir tanta gente, hacíamos algo más grande, como la Street Food, que son 30 comercios adheridos”, explicó Bruner.
“La cerveza artesanal empuja mucho, hoy es la vedette del consumo, pero no pensamos que iba a ser tanto (…) La próxima que hagamos va a ser algo mucho más armado, porque esta vez no le dimos todo el marco y estructura que se merecía el festival”, agregó el empresario en tono de autocrítica.
En ese sentido, Bruner indicó que ya se están evaluando nuevas fechas para una segunda fiesta, aunque la misma dependerá de la habilitación de la Municipalidad. De hecho, hoy los empresarios de Pichincha se reúnen con la Secretaría de Control para afinar los detalles de la próxima Street Food, por lo que estará, seguramente, sobre la mesa también el segundo Festival de Cerveza Artesanal.
Y para esa oportunidad, la organización ya evalúa algunos cambios que permita prever mejor el evento, primero, y realizarlo con mayor comodidad, en segundo lugar. Así, Bruner adelantó que propondrán centralizar los cobros en cajas con tíckets y no que cada comercio cobre de forma independiente. También buscarán aumentar la cantidad de comercios participantes, “abriendo el juego para todos, no sólo para las cervecerías artesanales”.
Otro de los cambios que pretenden, que no es menor, es mudar el festival a un parque abierto. “Yo no lo haría de vuelta en el mismo lugar, porque molestamos mucho a los vecinos, debería ser en un parque con stands de las cervecerías. Por más que no hubo problemas, hay que sacarla de ahí”, sostuvo Bruner. “Hacemos una autocrítica constructiva, porque no es nuestra idea que una persona demore 25 minutos para tomarse una cerveza, y eso pasó”, finalizó.
REDACCIÓN ON24