“El empresario importador continúa ‘pidiendo permiso’ para importar y ello pone en evidencia que no existe un aluvión de importaciones que amenacen la industria nacional”, aseguran desde la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA), respecto a la controversia siempre presente, pero azuzada fuertemente en los últimos meses. Y advierten, “declarar una ‘emergencia aduanera por 120 días’, sería perjudicial y frenaría la reactivación económica y todos los esfuerzos que se están realizando en pos de captar inversión”.
Según comunicaron desde CIRA, la situación de las importaciones lejos está de alcanzar los niveles que supo tener en momentos de “alto proteccionismo”: las importaciones de 2011 y 2013 (US$ 73.961 y US$ 74.442 millones respectivamente) son muy superiores respecto a la proyección para el año en curso. Entre enero y julio de 2016, las importaciones alcanzaron un valor de US$ 31.945 millones, y cayeron 7,7% respecto del mismo período de 2015. Considerando las cantidades importadas, en el segundo trimestre de 2016 todavía eran 9,5% inferiores a las de tercer trimestre de 2013.
¿Dónde está el aluvión importador?
La pregunta lanzada que lanzan desde la Cámara surge de relevar las cifras del comercio exterior. Mientras se agitan las voces denunciando una apertura indiscriminada de las fronteras, si se toma en cuenta el indicador de Importaciones/PBI de Argentina, se observa que “fue 10,2% en 2015, inferior al promedio de la década 2004-2010 (12,5%) y muy parecido al valor que tuvo Brasil en el mismo año (10,1%). Para 2016, la Argentina proyecta un valor similar para este indicador, que lejos está de los niveles de países como Colombia (18,4%), México (35,4%) o Chile (26,2%), con niveles mayores de integración al mundo”.
Necesarias para producir
Asimismo, “la importación es el principal proveedor de la industria nacional. Más del 80% de las importaciones están destinadas a la producción, que agregan valor en todo el tejido industrial nacional”, advierten desde CIRA. Y ahondan, “maquinaria, líneas de producción completas, partes y piezas para el mantenimiento industrial, materias primas que no se consiguen en el país por razones de especie o de escala e insumos productivos corresponden al grueso de la importación argentina. Cabe hacerse una segunda pregunta: ¿Cómo se puede producir si se suspende la importación?”.
Ante este panorama, el presidente de CIRA, Rubén García, llamó a contribuir al crecimiento del comercio exterior, “dialogando con conocimiento e información veraz que permita tomar decisiones inteligentes y que definan una mejor inserción de la Argentina en el mundo, produciendo competitivamente y atrayendo inversiones genuinas y productivas”. Y concluyó, “es momento de fortalecer el dialogo institucional para que la política y la dirigencia argentina entiendan la necesidad de trabajar en pos de eliminar la burocracia, la ineficiencia en los procesos y la falta de infraestructura logística que facilite esa tan deseada inserción argentina en el mundo, y no seguir batiendo parches con la falsa antinomia de importación versus industria nacional”.
POR REDACCIÓN ON24