El Banco Central y la AFIP han puesto en marcha medidas para aplacar la demanda de dólares que surgen del sector turístico. La entidad que ahora conduce Juan Carlos Fábrega parece haber heredado una disposición de las últimas semanas que obliga a quienes utilicen una tarjeta de crédito para pagar los gastos en el exterior, a cancelar primero la totalidad del monto consumido en pesos, para recién ahí, poder pagar lo adeudado en dólares.
Es decir que una persona que reúne en su resumen de cuenta bancario gastos en pesos y en dólares, no puede cancelar parcialmente sus gastos en pesos y en dólares, sino que debe primero desembolsar el monto total de lo adeudado en moneda local y recién ahí el banco lo habilita a aplicar el resto de su pago a lo adeudado en moneda extranjera.
La medida, que rige en todos los bancos, obliga a quienes hacen consumo en el exterior con tarjeta a un esfuerzo financiero extra, ya que en caso de querer pagar en el primer período los gastos realizados en el exterior, deberán realizar el pago total en pesos.
Por otro lado, si lo adeudado en dólares (que de todas formas se cancela en pesos al tipo de cambio del día de la emisión del resumen) no se paga por completo, el banco aplica sobre esos gastos no cancelados (saldo o revolving) una tasa de interés que, en promedio, ronda el 17% anual en dólares.
Después de un mes transcurrido, recién ahí los gastos se pesifican al tipo de cambio que se registre en ese momento, si bien para poder cancelar los gastos nuevos en dólares habrá que pagar la cuenta total en pesos primero. Sobre el total en dólares rige el recargo del 20% de la AFIP.
Paquetes turísticos
Por otro lado, en las últimas horas, las agencias mayoristas de turismo se han visto en la obligación de advertirle a quienes se avienen a realizar la compra de paquetes turísticos financiados en cuotas, que los pagos se toman a cuenta, ya que los mayoristas del sector no obtienen por adelantado la autorización de la AFIP para que el Banco Central les gire los dólares necesarios para cancelar el total de dichas operaciones.
Así, los clientes que paguen en el momento la totalidad del paquete turístico no tendrán que sufrir potenciales recargos por su operación a futuro, pero quienes decidan financiar esa compra, serán susceptibles de los recargos que generen las nuevas medidas para encarecer el dólar turista que podría tomar el Gobierno en estas horas.
Si bien se especula que el flamante ministro Axel Kicillof buscará aplicar un impuesto para encarecer los gastos por turismo (aunque eso no implique técnicamente un desdoblamiento), distintos actores del sector han buscado que Economía realice una diferenciación entre los gastos propios de la actividad (pasajes, traslados en destino, alojamiento y comidas), de aquellos que se realizan para consumo (electrónica, indumentaria, etc.).
Desde la Asociación de Agencias Argentinas de Viajes y Turismo (AAAVT), señalan que el 80% de los gastos con tarjetas no son turismo, sino que se asocian a compras web en empresas como Amazon, Apple, a sitios de venta de productos y servicios a precio reducido como el chino Aliexpress, Bestbuy, eBay, como así también al social commerce a partir de redes sociales.
Tarjeta pero no turismo
Por otro lado, un argumento que la Asociación ha utilizado en distintos despachos oficiales, es que en el primer semestre de 2013, los egresos por consumos turísticos (pasajes, buques y aeronaves y operadores turísticos) pierden participación en el total de gastos en divisas comparado con 2012, a diferencia del uso de tarjetas (mal llamado en el exterior, porque incluyen gastos de argentinos efectuados desde la Argentina para compra de bienes y servicios, extracciones en cajeros para acopio de divisas y otras compras vinculadas a cuestiones no comerciales, como compras de dólares con tarjeta en casas de cambio del exterior para ahorrar), que crecen significativamente.
Según la AAAVT, en el segundo trimestre del año, los operadores turísticos sólo ocasionaron la salida de u$s 332 millones, lo que representa un 12,8% del total de los egresos en divisas registradas a través del Mercado Unico y Libre de Cambios por turismo. Los pasajes aéreos representaron el 19%, con u$s 493 millones. Mientras que el consumo con tarjetas en el exterior, que representó el 64,2%, se llevó unos u$s 1.665 millones.