La próxima campaña triguera enfrenta un nuevo escenario dado que se han eliminado todas las barreras de precios y de comercialización, lo que permitirá que tenga real sentido maximizar sus rendimientos productivos.
La fertilización foliar es una aplicación complementaria que no puede reemplazar total o parcialmente a una fertilización de base al suelo. El objetivo de la práctica es estimular el crecimiento de las plantas, acelerando su actividad.
Así, las raíces pueden absorber más nutrientes del suelo y favorecer el traslado de aquéllos acumulados en el interior de la planta, para la formación y el llenado de los granos. También pueden contribuir a un menor avance de las enfermedades.
Aquí conviene evaluar si cualquier fertilizante foliar puede cumplir con estos objetivos. Uno de los puntos clave es la relación entre nutrientes que se debería aportar para favorecer esta respuesta. La concentración foliar óptima es la que se puede observar en el cuadro adjunto. Cada unidad de nitrógeno, por ejemplo, debería ir acompañado de 0,14 unidad de fósforo; 0,89 de potasio; 0,16 de azufre, y así para todo los nutrientes.