Es abogada y transformó su hobby en su oficio: La historia de la joyería de autor Simia

Actualmente trabaja bajo pedido, pero no descarta abrir su propio local

María Crespi es abogada, pero hace poco más de una década tomó la decisión de explorar un nuevo camino profesional vinculado a la joyería. Su interés por este oficio comenzó durante un viaje de tres meses por Europa, en el que tuvo contacto con distintos talleres de joyería, especialmente en Barcelona. A su regreso a Rosario, y tras un periodo de reflexión sobre su futuro, decidió inscribirse en un taller local. “Yo ya sabía que existía un taller acá en Rosario donde enseñaban, y tenía ganas de arrancar, pero nunca había podido por cuestiones de tiempo”, explica. Finalmente, en 2013 comenzó su formación en el oficio.

Inicialmente, se trató de un hobby. Sin embargo, el entusiasmo de su entorno y la demanda por sus piezas la llevaron a plantearse la posibilidad de convertirlo en un proyecto comercial. En 2022, tomó la decisión de lanzar su propia marca: SIMIA. El nombre tiene un significado personal para ella. “Simia significa mono en latín y a mí de chica me dicen mono”, cuenta.

La marca se distingue por su enfoque artesanal y la producción bajo pedido. Crespi busca ofrecer una alternativa al modelo de compra inmediata de joyas, apostando por un proceso de diseño personalizado. “Tal vez vos querés simplemente un anillo para usar todos los días, un collar o unos aritos, y es un proceso un poco más simple. Pero también hay quienes me escriben cuando tienen eventos y me muestran, por ejemplo, el vestido que se van a poner, y yo les diseño el concepto entero de accesorio”, detalla.

En cuanto a la técnica, trabaja con metales como alpaca y bronce a partir de placas y alambres de distintos grosores, utilizando fuego y soldadura de plata para moldear las piezas. “Lo que yo hago es la técnica tradicional de orfebrería, sin moldes de cera. Vamos creando la pieza desde cero”, explica.

Crespi define el estilo de sus creaciones como innovador y con identidad propia. Su objetivo es diseñar piezas que puedan acompañar a sus clientes en distintas situaciones, sin limitarse a eventos formales. “Busco que no solo las usen para una ocasión puntual, sino que se animen a llevarlas en su día a día”, afirma.

Entre sus planes a futuro, contempla la posibilidad de abrir un espacio que combine estudio y exhibición, sin adoptar el formato de una joyería tradicional. Además, proyecta expandir su trabajo con metales hacia otros objetos de diseño, más allá de la joyería. “La idea es seguir ampliando y seguir trabajando los metales con otra perspectiva”, concluye.

Con un negocio en crecimiento y varios trabajos ya entregados, Crespi aspira a la apertura de su primer local en el que combinaría su estudio con un área de exposición. “Siempre está la posibilidad de abrir el abanico y no solo hacer joyas. Siempre tenemos la posibilidad de hacer objetos de decoración, que es un lado más artístico”, concluyó.

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