Lluvia: del infierno a un alivio que no llegó a todos

En un momento clave para la soja de 1ra, las importantes lluvias mejoraron la condición y detuvieron las pérdidas en el 60% de la región núcleo

El lunes 3 de febrero la región medía en la mitad de las estaciones metereológicas de la red GEA/BCR máximas de 40 a 41°C y una humedad relativa en torno al 50%.

La ola de calor ponía en jaque a los cultivos, especialmente en la soja con un 70% de los cuadros entre fructificación y llenado. Los pronósticos daban para esta semana poco más 15 a 20 mm y los modelos coincidían: no mostraban lluvias significativas hasta el 18 de febrero. Todo el sector esperaba que suceda algo que estuviese por fuera de toda lógica. Y pasó:

12 de las 36 estaciones ubicadas en el norte de la región, sobre todo el NO, recibieron menos de 10 mm o incluso no tuvieron registros. Pero en el resto, los acumulados del evento dejaron entre 60 y 120 mm. Hace una semana, técnicos de Pergamino advertían: “La sequía es total, y esperamos una pérdida de cosecha similar a la de la campaña 2022/23. Si lloviera ahora, todavía se podrían rescatar rendimientos aceptables”. Finalmente, cayeron  116 mm y el NE bonaerense, el epicentro de la sequía, recibió acumulados que van de 90 a 120 mm. Elorriaga explica: “un centro de alta presión, ubicado al sur de la costa de Buenos Aires, potenció el ingreso de humedad sobre el norte bonaerense y la franja sur de la zona núcleo”. De todos modos, llegan advertencias desde la zona de Marcos Juárez: “hay pérdidas de rinde irreversibles en soja en la mayoría de los lotes. En soja de primera, la merma estimada es del 25 % y un 10 % podría rendir menos de 20 qq/ha si no llegan lluvias pronto.

¿Qué pasó fuera de la región núcleo?

El evento ha sido muy importante y, si bien la mayor carga de agua fue para la franja central, tambien hubo alivio en el sur de la región pampeana, especialmente en el sur de Buenos Aires y en La Pampa.

En el momento clave de la soja de 1ra, las lluvias mejoran la condición de lotes y detienen pérdidas

Tras las lluvias, disminuyeron los lotes de soja que estaban entre regulares y malas condiciones: pasaron de 50% a 30%. Los buenos y muy buenos subieron al 45 y 20%, respectivamente, y se mantienen los excelentes en un 5%. En el corredor que une Firmat y Rojas se reportaban pérdidas de hojas en el tercio inferior y aborto de flores y chauchas, con rendimientos máximos de 25 a 30 qq/ha. Estas lluvias logran frenar el deterioro del cultivo y la caída del rinde. En Junín y sus alrededores estiman rindes máximos de entre 35 y 40 qq/ha, pero “si sigue lloviendo”. En las zonas dónde no llegó el agua, como en el centro sur de Santa Fe, zona que venía algo mejor por haber recibido algunos milímetros más en las anteriores semanas, señalan que necesitan el auxilio inmediato de 40 mm. En Carlos Pellegrini y el Trébol dicen: “necesitamos lluvias sí o sí para evitar que las caídas del potencial se disparen”.

Dónde llovió y dónde no: el estado de la soja de segunda

La soja de 2da venía siendo el cultivo más castigado por la falta de agua en la región núcleo. Del  millón de hectáreas sembradas, el 61% está en condiciones regulares a malas, el 27% está en buen estado y 12% entre muy bueno y excelente. Afortunadamente, las lluvias de esta semana fuertes acumulados en el sur de la región, sobre todo en el norte bonaerense, la zona más afectada por la sequía. Antes de las precipitaciones, el panorama en el norte de Buenos Aires era crítico: en el NE, el 85% de los lotes estaban en condiciones de regulares a malas, mientras que en el NO, el 100% del cultivo estaba comprometido. Sin embargo, tras las lluvias, los especialistas coinciden en que todavía hay margen para la recuperación, ya que el cultivo aún no entró en la etapa crítica. Aun así, el daño ya está hecho: “El porte de las plantas no supera la paja del trigo”, advierten. Desde el sur santafesino y la zona de Colón estiman que el 50% de los lotes no superará los 15 qq/ha y que incluso hay lotes perdidos por completo.

Pero no todos recibieron alivio. En el noroeste de la región núcleo, el agua no llegó. En el centro-sur santafesino, el 70% de la soja de segunda se mantiene en buen estado, pero un 30% ya muestra signos de deterioro. En el sector del sureste cordobés, donde tampoco llegaron las precipitaciones, el panorama es similar.

Fuente: BCR

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