Así como el prospecto de un medicamento permite conocer las formas de dosificación y los cuidados y restricciones que debemos tener al consumirlo, la etiqueta o marbete de los productos fitosanitarios informa acerca de las formas de uso de ese producto pero también de los cuidados y precauciones que debemos tener al momento de manipularlos. Leer la etiqueta y seguir sus instrucciones permitirá realizar un uso seguro y eficaz de los mismos.
Las etiquetas de los productos fitosanitarios son un documento legal, establecido por la Resolución 367/2014, del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), Ente nacional encargado de la evaluación y registro de los productos fitosanitarios. Por lo cual es importante verificar que todos los productos fitosanitarios que adquiramos presenten su etiqueta correspondiente en condiciones, así también, se encuentren en sus envases originales sin roturas ni pérdidas.
Las etiquetas de los productos fitosanitarios se dividen en 4 secciones principales o cuerpos:
– Sector Izquierdo o Cuerpo A: Esta sección es muy importante ya que aquí se expresa como proceder en el caso de una intoxicación; cuáles son los síntomas que pueden aparecer y especifica los primeros auxilios que se deberán realizar a una persona que ha tomado un contacto incorrecto con el producto así como los números telefónicos de contacto en el caso de una emergencia. Si nos encontráramos ante una situación de intoxicación, es importante contar con la información de la etiqueta donde también se detallan ciertas indicaciones específicas para el médico. Aquí también se expresa el correcto Equipo de Protección Personal que deberá utilizar quien manipule el producto. Otro punto importante de esta parte de la etiqueta son las advertencias en cuanto al uso del producto y sus implicancias en el medio ambiente como a peces, aves y abejas, cuando no se lo utilice correctamente.
Otra información importante que se encuentra en esta sección son los cuidados en cuanto a la disposición final adecuada del envase vacío. El mismo deberá ser lavado de acuerdo al procedimiento del triple lavado o del lavado a presión, inutilizado mediante perforación en su base y llevado a un centro de almacenamiento transitorio.
– Centro o Cuerpo B donde se presenta toda la información acerca del producto que estamos por adquirir o utilizar. Es importante controlar que la composición de el o los productos activos concuerden con lo que recomendó el Ing. Agrónomo así como su concentración. Por otro lado, también se deberá prestar atención a la fecha de vencimiento y al Nº de registro en SENASA. Este número indica que el producto se encuentra registrado en SENASA y que el mismo fue aprobado para el uso que indica su etiqueta.
– Sector derecho o Cuerpo C: Aquí se presenta toda la información técnica que se deberá tener en cuenta al momento de utilizar el producto. Cada producto fitosanitario es registrado y aprobado para ciertas plagas en particular y para ciertos momentos del cultivo por lo cual es importante leer detenidamente esta parte de la etiqueta. Entre otros, los datos que figuran son: dosis, momento de aplicación, adversidades a las cuales controla, formas de control (sistémico, contacto), incompatibilidades en cuanto a las mezclas con otros productos, entre otros. Aquí también figuran dos parámetros importantes: “periodo de carencia” y “periodo de reingreso”, este último en caso de tenerlo. El primero es el tiempo mínimo que debe pasar desde la última aplicación realizada y la cosecha o consumo del cultivo. Por otro lado, el período de reingreso es el período mínimo que debe transcurrir para poder volver a ingresar al lote tratado luego de la aplicación del producto. Es importante tener en cuenta este dato ya que es el que nos permitirá conocer en qué momento podemos volver al lote para monitorear la eficacia de la aplicación. Tener presente que no todos los productos poseen período de reingreso. De tenerlo, este estará indicado en la etiqueta.
Por último, el borde inferior o Cuerpo D. En esta sección figura la banda toxicológica del producto (roja, amarilla, azul o verde), así como los pictogramas que indican los cuidados que se deberán tener antes, durante y después de utilizar el producto para una aplicación.
La lectura de la etiqueta nos permite conocer el producto que estamos manipulando, cuáles son sus formas correctas de uso y las precauciones que debemos tener al momento de utilizarlo.
Existen 4 momentos importantes en los cuáles se recomienda leer la etiqueta:
– Al momento de comprar el producto: prestando especial atención en la formulación, número de registro en SENASA, fecha de vencimiento y si está aprobado para el cultivo sobre el que lo aplicaré y sobre la plaga, maleza o enfermedad que se quiere combatir.
– Al momento de almacenarlo. Evaluando si existen riesgos de almacenaje y cuáles son las precauciones que debemos tener para mantener el producto en condiciones.
– Al momento de aplicarlo: leyendo las indicaciones técnicas expresadas en el cuerpo C y también los cuidados en cuanto a su manipulación en el cuerpo A.
– Al momento de desechar su envase vacío. Respetando las indicaciones que figuran al respecto de su lavado y posterior disposición.
Respetando las etiquetas de los productos fitosanitarios podemos proteger los cultivos de una manera responsable y sustentable, sin afectar a la salud ni al medio ambiente.