Había llegado el momento del desembarco estratégico de Fundación Libertad en Buenos Aires. La decisión y posterior ejecución fue resuelta por Gerardo Bongiovanni, su presidente, en poco más de un mes. Un tiempo récord para convocar a un Nobel , un Presidente de la Nación con sus ministros y novecientos empresarios de élite en una cena histórica para la entidad rosarina. Previamente convocada en los glamorosos salones de Costa Salguero, ocurrida la trágica fiesta electrónica, la reunión fue trasladada al Golden Center de Parque Norte. Una movida maratónica de llamados a altísimas personalidades que habían comprometido su presencia y el “cambio de planes” que significó en la logística que se mueve alrededor del presidente Mauricio Macri.
¿Toma a esta convocatoria como “el desembarco” definitivo en Buenos Aires?
La Cena Anual ha significado un hito en la historia de la Fundación Libertad, de alguna manera equivalente a lo que fue la visita por primera vez a Rosario de un Premio Nobel de Economía, en esa ocasión, Gary Becker en 1993; también la mudanza de nuestras oficinas de calle Sarmiento frente al Diario La Capital, al edificio de Mitre 170 en 1999; el evento en el 2008 que hicimos en nuestro 20 aniversario con la visita también inédita a la ciudad de los ex presidentes José María Aznar y Vicente Fox, el Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa más un dispositivo de logística y seguridad sin precedentes. En el 2011, Mont Pelerin Society , la cumbre mundial de intelectuales liberales, pone en manos de nuestra entidad la organización de su encuentro anual en Buenos Aires.
Y ahora otro salto cualitativo
La particularidad de este evento es que es la primera vez que organizamos una cena tan grande y representativa en Buenos Aires, inicialmente tenía como único objetivo el fundraising para la puesta en valor y refuncionalización de nuestro edificio Faro, nombre con que reinauguraremos la sede. Luego se sumó la presentación de la Red Federal de Políticas Públicas. En este sentido estamos trabajando en una nueva fase de nuestro trabajo en red en el interior del país. Esta organización confeccionará una agenda de propuestas de políticas de matiz federal y productivo que sirvan como puente entre las necesidades del sector privado y la realidad del sector público, anclado en la idea de que solo a través de una relación respetuosa y proactiva entre ambos sectores es que se logrará el desarrollo sostenido que tanto ansiamos los argentinos.
Por lo general una propuesta puede representar una crítica explícita al gobierno. ¿Cómo percibe puede ser la reacción oficial a la agenda de ideas que menciona?
En mis palabras de apertura de esa noche, en presencia del Presidente Macri, reconocí su amplitud y respeto hacia nuestro espíritu colaborativo pero crítico. Sabemos que si no estamos de acuerdo en algo, hoy tenemos la libertad y tranquilidad de poder expresarlo sabiendo que esas propuestas van a ser bienvenidas.
¿Esperaban una convocatoria de la magnitud que finalmente tuvo?
Logramos reunir al Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, con el Presidente de la Nación en nuestra mesa y con una gran cantidad de representantes del gobierno. Con una mirada institucional, podemos decir que asistieron los presidentes de los tres poderes del Estado: Mauricio Macri –Ejecutivo- Gabriela Michetti – Legislativo- y Ricardo Lorenzetti –Judicial-. Pero también quiero señalar la fuerte presencia del interior del país; la mitad de las casi mil personas eran de las provincias.
¿Qué cree pudo motivar esa presencia federal?
Esta idea de que el país tiene una oportunidad de reavivar el federalismo con este gobierno, alentados además por nuestro proyecto de la Red Federal de Políticas Públicas, movilizó a los empresarios a participar y vivir un clima que hace mucho no se respira en Argentina.
¿Sintió el apoyo de Rosario?
El compromiso de los empresarios rosarinos fue sorprendente. Hubo más de treinta mesas de la ciudad, es decir, más de 300 rosarinos que tomaron el desembarco de la fundación en Buenos Aires como propio. Muchos miembros del Consejo Empresario de nuestra fundación tomaron la cena como suya: Sergio Nardelli, Roberto Gazze, Carlos Cristini, Mario Tourn y Alberto Grimaldi ayudaron muchísimo.
Al respaldo del interior se sumó la presencia de muchas caras de empresarios y Ceos de grandes empresas emblema
Haciendo un ligero repaso visual Alejandro Roemmers compró la mesa principal que tuvo como invitados a Cristiano Rattazzi y Enrique Cristofani, Presidente del Banco Santander en Argentina. A metros estaban sentados el petrolero Alejandro Bulgheroni y Eduardo Grüneisen, titular del Grupo Ilhsa, que reúne las librerías y editorial El Ateneo, la cadena Yenny y la de Internet Tematika.com.
Se instalan las cenas anuales en Buenos Aires
Sin dudas. El éxito de la primera nos exige redoblar la apuesta.