Estacionalmente ingresamos a un período en el que la salida de vacas improductivas de los campos cae significativamente. Si bien el escenario forrajero que está dejando el invierno es todavía crítico para varias zonas del centro-norte del país, el mayor refugo de vientres ya debería haberse realizado, quedando mayormente aquellos vientres considerados útiles para ingresar al próximo servicio.
En este sentido, los datos de faena de agosto ya reflejan esta declinación. Con 232.500 vacas faenadas en agosto, la reducción representa un 11% respecto de las 262.000 de julio y un 23% respecto del pico de faena registrado en mayo con más de 300.000 vacas.
Esta baja estacional, sumado a la quita total de retenciones a la carne proveniente de esta categoría de hacienda, disparó en las últimas semanas una importante suba en los precios para las vacas en el Mercado de Cañuelas, especialmente en lo que respecta a categorías tipo conserva de inferior calidad donde, además de los factores mencionados, entra en juego China, dispuesto a convalidar una mejora en los valores que venía pagando. En el transcurso del último mes, el precio de la conserva inferior en el MAG pasó de $1.000 el kilo a valores de $1300 el kilo reflejando una mejora nominal de 30% en los últimos 30 días.
En definitiva, esta recomposición en el precio de la vaca flaca revaloriza el refugo de vientres mejorando la ecuación de reposición, es decir la relación de precios entre una vaquillona preñada y una vaca de descarte.
Esta relación suele medirse en base al valor promedio de una vaquillona preñada y el valor de una vaca conserva, de alrededor de 400 kilos en pie. Actualmente, a valores de $1.300 el kilo, por una vaca de descarte con destino faena puede obtenerse más de $500.000 mientras que la referencia de precios para una vaquillona preñada ronda los $850.000. Es decir, que con menos de dos vacas de descarte el productor puede reponer un vientre joven preñado.
En concreto, tomando estas referencias de precio, el valor de una vaquillona preñada equivale hoy a 1,63 vacas conserva cuando el promedio de los 10 últimos años para este mes se ubica en 2,05, es decir que actualmente esta relación de reposición se encuentra un 20% más baja que el promedio de la serie e incluso un 13% inferior a la resultante un año atrás (1,89). Curiosamente el mínimo de la serie para esta época del año se da precisamente en el año 2019, producto de la fuerte demanda que ejerció China hacia fines de ese año por este tipo de hacienda.
En este sentido, el rol que juega china en este mercado no es menor. En efecto, podemos ver cuán fuerte es su incidencia en esta ecuación de reposición al analizar los cambios en la correlación con los valores de ambas categorías de hacienda antes y después de China. Es decir, si calculamos la correlación entre los cambios de la relación de reposición y las variaciones de precios de la vaca, partiendo esta serie de 10 años en dos períodos, 2014-2018 y 2019- 2023, ambos significativamente diferenciados por la participación de China en el mercado de vacas, vemos que mientras que la correlación en el primer período es prácticamente nula (R2=0.0153), en el segundo período crece significativamente (R2=0.6197). Lo opuesto se observa al analizar la correlación con el valor de las vaquillonas, donde la incidencia de las variaciones de precio sobre la relación de reposición disminuye significativamente entre uno y otro periodo (R2=0.545 a R2= 0.099).
En este caso, esta reciente mejora en la relación de reposición es impulsada fundamentalmente por la mejora en el precio de vaca para faena dado que el valor de los vientres prácticamente no se ha movido en los últimos meses, aunque, estacionalmente, a partir de este mes y en la medida que los campos acompañen sus valores deberían comenzar a afirmarse.
En efecto, medido en moneda constante -descontado el efecto inflacionario- el valor actual de una vaca de descarte en el mercado ($520.000) se encuentra en línea con el promedio de los últimos 10 años mientras que, el valor de una vaquillona preñada de $850.000 resulta un 23% inferior al promedio de esta serie.
Por lo tanto, si bien esta mejora en la ecuación de reposición se da en momentos en que la oferta estacional de vacas comienza a escasear, no pudiendo ser plenamente aprovechada por el criador en términos de reemplazo o refugo y reposición, la compra o retención de vaquillonas se presenta hoy como una muy buena opción en función al recorrido que deberían hacer sus precios en adelante. (BCR)