El informe del mes de Mayo del Departamento de Agricultura de EEUU (USDA en inglés) es uno de los más importantes del año, ya que da a conocer la primera estimación de oferta y demanda de la nueva campaña de EEUU. Esta primera estimación oficial viene precedida por el llamado Agricultural Outlook Forum de febrero, que es simplemente un esbozo del cuadro de oferta y demanda por parte de los funcionarios y analistas. Pero es el informe del USDA de Mayo el que le da la tónica a los mercados y por eso es esperado con gran expectativa.
Por suerte para todos nosotros, esta expectativa se tradujo en una gran sorpresa positiva para los mercados agrícolas, sobre todo para la soja. Al final del día del reporte la soja subió 21 usd/ton, el maíz +4,20 usd/ton y el trigo +1,70 usd/ton.
¿Qué fue lo que hizo explotar hacia arriba los precios de la soja?. Un primer repaso ligero de los números puede llevarnos a simplificar la respuesta diciendo que los stocks finales de la nueva campaña informados fueron 2,7 millones de toneladas menores a los estimados por los analistas.
Sin embargo desmenuzando los números vemos en primer lugar que el USDA redujo los stocks finales de la campaña actual a 10,9 MM, es decir una baja respecto de abril de -1,2 millones de toneladas y que pasan a ser los stocks iniciales de la nueva campaña.
El Outlook de febrero los estimaba en 12,2 MM, es decir una baja de oferta inicial de -1,3 MM. Esta disminución de los stocks se debe principalmente al efecto de la reducción de las cosechas de Argentina y Uruguay debido al exceso de lluvias. No solamente hay una disminución de la cantidad sino que hay mucho poroto dañado que finalmente atenta contra la producción de harina, donde Argentina representa más del 40% de las exportaciones mundiales. Parte de ese faltante de poroto y harina de soja deberá cargarse de EEUU y esa nueva presión de demanda en el mercado estadounidense se traduce en el mercado de Chicago.
El otro aspecto impactante es la estimación de la demanda de la nueva cosecha. Vemos que se aumenta + 1MM la molienda y casi +4 MM de toneladas las exportaciones respecto de la actual cosecha. Todo esto para dejar los stocks finales en 8,4 millones, monto que no deja mayor espacio para un problema climático en un año con muchas chances de ser año Niña.
Para tener una idea de la magnitud de la fragilidad de los stocks pensemos que un contratiempo climático en EEUU que disminuya el rinde en 4% nos dejaría con stocks por debajo de los críticos 5 millones de toneladas que fueron el disparador de los precios en los últimos años.
Hacia adelante habrá que seguir de cerca cuál es el área finalmente sembrada y si la suba de la soja no hace que los productores estadounidenses terminen sembrando más soja en detrimento del área de maíz. Con todas estas variables en juego y con los fondos especulativos comprados, una cosa es cierta: la volatilidad caracterizará los mercados. (Autor: Carlos Sánchez Negrete – Compañía Gral. del Término)