Luego de un invierno muy seco en todo el centro y el norte del país, la tormenta de Santa Rosa permitió recuperar el almacenamiento de agua en el suelo y cubrir necesidades para los trigos implantados principalmente en el este, norte y noreste de la provincia de Buenos Aires.
“En áreas del centro de Buenos Aires y en el sur de Santa Fe los milímetros recibidos cubren parcialmente las necesidades de cultivos de fina o el almacenamiento en el horizonte superficial”, expresó Pablo Mercuri, director del Centro de Investigación de Recursos Naturales del INTA. Y agregó: “Amplias áreas de La Pampa, el oeste de Buenos Aires, Córdoba, el centro norte de Santa Fe y todo el NOA están expectantes a que se inicie el ciclo de las lluvias de primavera”.
El sector está muy atento a los pronósticos de corto y mediano plazo para el adecuado desarrollo de los trigos sembrados y para las decisiones de siembra temprana de cultivos de verano.
“El agua nuevamente demuestra ser el elemento indispensable para la producción, y vuelve a observarse a la salida del invierno y al inicio de la primavera la tendencia a que se espacien los días entre eventos de lluvia agronómicamente significativas”, indicó Mercuri. Por ello, además de conocer la información climática, el director hizo hincapié en la importancia de implementar e innovar con buenas prácticas la conservación del agua en el suelo.
En ese contexto, Maria José Dickie del INTA Cañada de Gómez, ponderó las precipitaciones ocurridas el 30 de agosto y 1 de septiembre en el sur de Santa Fe, ya que “fueron fundamentales para los cultivos invernales, pasturas y para dar inicio a la siembra del cultivo de maíz”.
En esos eventos se acumularon en promedio 20 milímetros (mm) donde por ejemplo para las localidades de Cañada de Gómez se registraron 17 mm, Venado Tuerto 23 mm, Zavalla 35 mm y San Gregorio 43 mm. “Estos milímetros fueron de suma importancia debido a que en los últimos tres meses las precipitaciones fueron prácticamente nulas para la región, por lo tanto, debido a este contexto de deficiencias hídricas en los primeros centímetros del suelo son fundamentales las precipitaciones que ocurran durante los próximos días para asegurar un normal avance de siembra de maíz”, aseguró Dickie.
La especialista de Santa Fe, indicó además que “esta campaña es fundamental concentrar las siembras tempranas de cereal como estrategia de manejo para el control de dalbulus maidis (chicharrita de maíz)”. Y agregó: “Es importante destacar que no solo en este momento la humedad del suelo es óptima para la siembra, sino que también los valores de temperaturas de suelo son favorables para su implantación”.
Perspectivas trimestrales
Natalia Gattinoni, especialista del Instituto de Clima y Agua del CIRN, explicó: “Los pronósticos internacionales indican que continuamos en una fase neutral del fenómeno de El Niño-Oscilación del Sur con una transición lenta hacia el fenómeno La Niña durante el trimestre septiembre-octubre-noviembre de 2024”.
Según los indicadores el desarrollo de esta Niña podría darse en los meses avanzados de la primavera persistiendo durante el trimestre noviembre-enero. A partir del cual las chances de retomar la fase neutral cobran relevancia.
Asimismo, sostuvo que “según la actualización de los modelos, sin la mirada de los expertos, a agosto de 2024 hay más del 40 % en igualdad entre transitar una fase Neutral y una fase La Niña a partir del trimestre octubre, noviembre y diciembre de 2024, por lo que no es posible adelantar cuál será la fase que prevalecerá y será importante continuar su seguimiento, especialmente durante el mes de septiembre. Pero la posibilidad del evento niña sigue presente”.
Siguiendo con Gattinoni, “otro punto a destacar si comparamos esta situación del Pacífico Ecuatorial con otros eventos La Niña, es que ya en los meses de julio-agosto el océano experimentaba un enfriamiento que permitía establecer este fenómeno durante el trimestre julio-septiembre”. En ese sentido, afirmó: “Actualmente esos umbrales no se establecen y esto hace pensar en un desarrollo más tardío de La Niña”.
Según la última actualización de los pronósticos climáticos estacionales del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), esta primavera se transitaría con mayores chances de lluvias entre normales a deficitarias en todo el territorio nacional.
La posibilidad de transitar una primavera con déficit en las lluvias que habitualmente se reciben es más alta en las provincias del Cuyo, del centro del país, región Chaqueña, Santa Fe y Entre Ríos, provincias que vienen transitando condiciones limitantes en la disponibilidad de agua en el suelo en lo que es también la vegetación. “Se tendrá que prestar atención a la posibilidad de lluvia dentro de la primavera y dentro del verano teniendo presente que ante este escenario es muy posible que las lluvias estén espaciadas en el tiempo e incluso también tengan una distribución heterogénea espacialmente”, afirmó Gattinoni.
Además, agregó que “este panorama hídrico tiene mayores chances de estar acompañado en términos de temperaturas de valores entre normales a superiores a las normales o sea un periodo más cálido tanto en primavera como lo que se prevé para el verano”. En ese sentido, indicó que “esto es importante porque estamos entrando justamente en los períodos de los meses más cálidos y también de mayor demanda de la atmósfera”.
Siguiendo con Gattinoni, “el contexto hace que la posibilidad de tener condiciones cálidas principalmente avanzadas la primavera con períodos de temperaturas más altas es más probable en este escenario previsto”.
En cuanto a condiciones frías de primavera, meses que coincide con el periodo susceptible para los cultivos de invierno, el pronóstico de extremos de temperaturas elaborado por el Departamento de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos -Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, Universidad de Buenos Aires- indica que existen mayores chances que puedan presentarse valores de temperaturas mínimas bajas en el centro y noreste del país.
“Vamos entrando en los meses más cálidos y nos vamos preparando para la época estival, que según información internacional, también se prevé con mayor posibilidad de presentarse más cálida que lo normal”, indicó Gattinoni. De esta manera, la especialista expresó que “se podrían favorecen los eventos de estrés térmico para la producción agrícola como ganadera”.
En este contexto, y como ha ocurrido en las campañas anteriores, se dependerá de la distribución que puedan tener las lluvias y temperaturas dentro de la primavera. “En este sentido, consultar la información climática a corto plazo será un insumo imprescindible”, concluyó la especialista del Instituto de Clima y Agua. (INTA)