Chicken Chill, la cadena de pollo frito y grillado lanzada en 2022 por el Grupo Desarrolladora Gastronómica (DG), busca posicionarse como la líder en Argentina, intentando superar a KFC en los próximos cinco años. Con su primer local ubicado cerca del Obelisco en Buenos Aires, la marca ya cuenta con cuatro locales, dos propios y dos franquiciados, y planea una rápida expansión.
El Grupo DG, conocido por marcas como Sbarro, Dandy y Kentucky, está apostando fuerte por Chicken Chill, destacando su marinado especial, pan mantecoso y una exclusiva salsa como sus principales diferenciadores.
La decisión de expandirse mediante franquicias surgió tras la pandemia, impulsada por el crecimiento global del pollo frito y la demanda insatisfecha en Argentina. Actualmente, Chicken Chill tiene franquicias operativas en Quilmes Factory y Pacheco, y pronto abrirá nuevas sucursales en Alto Avellaneda, Río Gallegos y Trelew, con el objetivo de alcanzar diez locales para 2025.
Para quienes deseen adquirir una franquicia, la inversión inicial parte desde u$s120.000, con un retorno esperado entre 18 y 24 meses. La marca busca franquiciados con perfil comercial, preferentemente con experiencia en gastronomía, y locales en zonas de alta visibilidad. Cada establecimiento requerirá entre 8 y 20 empleados, contribuyendo así a la generación de empleo local.
Chicken Chill ofrece un fuerte apoyo a sus franquiciados, desde el diseño del local hasta la capacitación y el acompañamiento en marketing y finanzas, asegurando su éxito desde el inicio. Con una facturación anual promedio de $1.200 millones por punto de venta, la marca se presenta como una opción rentable y con un futuro prometedor en el mercado del fast food argentino.