Presentan una nueva variedad de maíz amarillo, ideal para hacer harina

El logro del equipo de especialistas del INTA Formosa abre una oportunidad para la diversificación productiva y agregado de valor en la región.

Destacada por su color amarillo claro, con un alto contenido de almidón y obtenida de manera natural, la nueva variedad de maíz amarillo Chispar Borí INTA abre una oportunidad para la diversificación productiva y agregado de valor en la región. De acuerdo con el equipo de obtentores del INTA El Colorado, Formosa, presenta excelentes características para la industria de harinas apta celíacos y la elaboración de recetas tradicionales como el chipa, la sopa paraguaya y el borí borí, de ahí su nombre.

De acuerdo con su obtentor, Arsenio Aguinaga, “Chispar Borí INTA es un maíz de polinización abierta con un grano tipo amiláceo y el endosperma amiláceo amarillo claro, con un alto contenido en almidón, lo que le hace que se mantenga muy firme el pericarpio a la cosecha”. Y subrayó: “Es un orgullo enorme lograr este importante producto final que es tener la semilla certificada”.

Según detalló, “tiene excelente características como materia prima para la industria de la elaboración de la harina y esa harina es exclusivamente para consumo humano que se realizan en las preparaciones de distintos platos regionales y de buena palatabilidad” y “abre una oportunidad para la diversificación productiva y agregado de valor en la región NEA, cuyo clima es propicio para la siembra de esta variedad”.

La variedad de maíz amarillo fue desarrollada por el grupo de investigación de cultivos extensivos del INTA El Colorado, Formosa, conjunto con otros actores relevantes del sector. Tras un proceso de mejoramiento genético, se desarrolló una variedad adaptada a las condiciones agroclimáticas de Formosa y la región, inscripta en el INASE. 

Se trata de una variedad de maíz amarillo desarrollada a partir del conocimiento profundo de las particularidades del cultivo. Se destaca por su alta calidad y rendimiento en la producción de materia prima para la elaboración de “harina de maíz”, ingrediente esencial en la gastronomía regional.

En cuanto al proceso de la obtención, Aguinaga detalló que “la variedad se desarrolló a partir de material original recolectado en nuestra región, con las cuales se realizaron las siembras en un lote aislado para realizar la primera selección masal y, así contar con 256 familias de las mejores plantas e iniciar el proceso de mejoramiento propiamente dicho”. 

Se sembraron siempre en lotes aislados para cada una de las etapas del mejoramiento genético durante varios años, se avanzó en la selección con las tareas de cruzamientos y evaluaciones para ir obteniendo los mejores atributos deseados, plantas sin macollos, menor altura de plantas e inserción de espigas, buen tamaño y uniformidad de espigas, color uniforme de los granos como así también en el número de hileras y filas en la mazorca.

En este punto, el investigador especificó que “el material genético pertenece a la variedad botánica Amylacea que presenta un grano con endosperma harinoso del que es fácil obtener harina en el proceso de molienda. Produce espigas de 12 hileras de granos con una longitud entre 20 y 25 centímetros. Tiene excelentes características como materia prima para la industria de elaboración de harina para consumo humano”. 

Además, agregó: “Tiene buen comportamiento ante condiciones de estrés abiótico y enfermedades prevalentes en el Noreste Argentino, cosechando el material en forma oportuna produce semilla de buena sanidad y calidad comercial”. 

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