Los integrantes de la Comisión de Obras Públicas del Concejo Municipal de Rosario se mostraron a favor de reorganizar la movilidad y el espacio público en el Centro Comercial a Cielo Abierto de Calle San Luis, un proyecto de la edil Anahí Schibelbein que busca “posicionar al usuario como eje central de las políticas de transformación urbana en el sector”, según detalla el texto.
Al proyecto original se le aplicaron modificaciones. Entre ellas algunos artículos pasaran a integrar un decreto y se le sumó un proyecto de la exconcejal Susana Rueda para transformar a la Calle San Luis en “un nuevo polo turístico”.
La propuesta de Schibelbein incluye la incorporación de dos dársenas exclusivas para carga y descarga y para compradores mayoristas en cada cuadra del sector que se extiende por calle San Luis, desde Corrientes hasta Mariano Moreno, una para transportistas y otra para comisonistas.
También establece una señalética vial urbana para dar cumplimiento a los cambios que contempla la nueva ordenanza e indicación de servicios, locales gastronómicos, cajeros automáticos, entre otros puntos que fueron modificados por la propia autora y sugerencias de demás concejales, entre ellos, franja amplia para los horarios de carga y descarga, según la dinámica de los comercios; mejoras en las veredas para contribuir a una adecuada movilidad.
Cuando el proyecto tomó estado público los empresarios de la zona se mostraron entusiastas con las modificaciones, pero fustigaron ciertos puntos, como el ensanchamiento de veredas. Miguel Rucco, presidente de la Asociación Calle San Luis, había afirmado: “El 95% de los comerciantes está en desacuerdo con ese punto”.
“Nosotros, obviamente, queremos mejorar la experiencia de compra, el valor y demás, pero no sacar el estacionamiento”, había agregado ante ON24.
Según su mirada, las plazas de estacionamiento sobre la arteria comercial resultan de vital importancia para la dinámica del sector mayorista que, habitualmente, recibe transportistas y comisionistas de los barrios, del área metropolitana rosarina o de otras localidades. “Por acá pasan cerca de 400 autos que se quedan entre 40 minutos y una hora para hacer su compra y luego se retiran. En lugares como Once o Avellaneda, hay tours de compras y estacionamientos habilitados. Acá, en épocas de venta, los estacionamientos se completan enseguida y cobran lo que quieren, por eso se estaciona en la calle”, había reclamado.
Rucco había puesto el foco sobre la Plaza Sarmiento, a la que había definido como “mini terminal”. Sobre este sector pidió “un área de servicio y baños para la gente que llegue de localidades vecinas en colectivos de media distancia. Estas cuestiones hacen al centro comercial y favorecen al desarrollo económico”
“Estamos de acuerdo con la mayoría de los puntos del proyecto, pero no queremos que San Luis se transforme en calle Entre Ríos o Rioja”, había sentenciado Rucco.