En una reciente gira por Estados Unidos, el presidente argentino Javier Milei se reunió con destacados líderes tecnológicos, buscando posicionar a Argentina como un polo de innovación en el ámbito global. Este recorrido incluyó encuentros con figuras como Mark Zuckerberg, CEO de Meta, y Sundar Pichai, CEO de Google, así como una clase abierta en la Universidad de Stanford. El objetivo principal fue presentar al país como una alternativa atractiva para el desarrollo de proyectos tecnológicos de última generación, en un contexto mundial que plantea limitaciones a la inversión vinculada a la inteligencia artificial.
El presidente del Polo Tecnológico de Rosario, Ignacio Sanseovich, ofreció su perspectiva sobre estos acercamientos. Destacó la importancia de las reuniones con gigantes tecnológicos. Según él, la posibilidad de colaboración con estas empresas podría impulsar significativamente el desarrollo tecnológico en Argentina. “Obviamente, cuando uno ve los titulares y las noticias, los nombres propios generan un ruido, resuenan. Hoy, el mundo entiende por tecnología a la inteligencia artificial y datos. Ver que el gobierno se esté reuniendo con Google, con Apple, con OpenAI, con Tesla, Meta, etc. parece algo muy positivo,” comentó.
Sin embargo, Sanseovich también hizo hincapié en la necesidad de definir claramente las condiciones y beneficios que Argentina ofrecerá a estas empresas para que se interesen en invertir y colaborar. Mencionó que es crucial entender qué tipo de legislación y regulación se implementarán para atraer estas inversiones sin perjudicar a las empresas locales. El principal desafío, explicó, radica en evitar que las empresas extranjeras obtengan ventajas competitivas desproporcionadas que podrían debilitar la capacidad de desarrollo e innovación de las locales. “Si estas empresas empiezan a tener beneficios económicos para su radicación local, como ventajas impositivas, eso podría generar una competencia desleal para las empresas locales que no tienen esos beneficios,” explicó.
Actualmente, las empresas argentinas de tecnología se benefician de la Ley de Economía del Conocimiento, que ofrece reducciones impositivas y otros incentivos fiscales.
Sanseovich subrayó que, aunque estos beneficios no son extremadamente significativos, han permitido que el sector tecnológico se convierta en el tercer sector exportador del país. Además, destacó que la biotecnología es un sector particularmente fuerte en Argentina, especialmente en la provincia de Santa Fe y la ciudad de Rosario, donde las empresas locales han logrado importantes avances en ciencias de la vida y tecnología aplicada al agro.
Una de las principales ventajas competitivas de Argentina en el ámbito tecnológico, según el especialista, es la alta calidad de su mano de obra. Sanseovich destacó que muchas de las empresas tecnológicas globales ya cuentan con operaciones en Argentina debido a la calidad y formación del capital humano local. “Los recursos argentinos son sumamente formados y capacitados en contraposición a lo que a veces sucede con otros países del mundo,” señaló. Este capital humano altamente capacitado ha permitido a empresas argentinas colaborar y trabajar directamente con como Google, utilizando las mismas tecnologías y estándares de calidad.
Sin embargo, Sanseovich también señaló que el tema de la contratación de mano de obra local por parte de empresas extranjeras, debido a la diferencia en el tipo de cambio, sigue siendo una preocupación. “La problemática freelancer, problemática o situación, llamémoslo así, sigue estando latente,” comentó. Esta situación crea una dualidad en el mercado laboral, donde profesionales trabajando de manera independiente para empresas extranjeras perciben ingresos en moneda extranjera, a menudo a través de mecanismos informales como criptomonedas, lo que genera desigualdades y retos para las empresas locales que deben competir bajo diferentes condiciones.
A pesar de estos desafíos, Sanseovich se mostró optimista sobre las oportunidades que presentan los acercamientos con los referentes globales. “Creo que hay una oportunidad en términos de que haya un interés de desarrollar un vínculo en las capacidades que tienen las empresas locales,” afirmó. El potencial para establecer vínculos y colaboraciones con empresas globales puede abrir nuevas oportunidades de crecimiento y escalamiento para las empresas argentinas, aprovechando la globalización y la capacidad de trabajar a nivel internacional sin barreras geográficas.
En términos de diálogo, el Polo Tecnológico tiene mayor cercanía con la Municipalidad de Rosario y con el gobierno de Santa Fe, dado que ambos son participantes directos de su comisión directiva. A nivel nacional, el vínculo se construye a través de redes nacionales, como la red federal que nuclea a todas las cámaras y polos tecnológicos y de industria del conocimiento de todo el país. Luego, existen cámaras especializadas en diferentes rubros, como la Cámara de Empresas de Software y Servicios Informáticos, o la Cámara Argentina de Biotecnología.
Sanseovich concluyó: “No se puede hablar de lo que ocurre con las empresas de economía del conocimiento aisladas a lo que pasa con la macro argentina. Hay algunos excesos en incrementos, en cuestiones impositivas y tarifas. Luego, hay cuestiones que están en diálogo y que todavía no se han implementado, como el régimen de importaciones. Hay algunas medidas que dificultan el desarrollo de la industria local en general y resulta difícil sostenerla en el tiempo con las políticas que están en consideración hoy en día”.
