BlackRock está cerca de convertirse en la gestora que más invierte en bitcoin del mundo. El escepticismo que tuvo en su día la gestora sobre las criptomonedas ha dado paso a su objetivo de convertirse en un actor importante en el mercado de activos digitales.
El fondo cotizado en bolsa de bitcoins del grupo estadounidense ha acumulado 16.700 millones de dólares en activos desde su lanzamiento hace cuatro meses, lo que le sitúa a menos de 1.000 millones de dólares del líder del mercado, Grayscale, que lleva 10 años y 28.000 millones de dólares de ventaja.
Además, BlackRock también ha lanzado el fondo del Tesoro tokenizado que crece a un ritmo más rápido, y que los hedge funds de criptomonedas y los creadores de mercado están empezando a utilizar como garantía para el comercio de monedas y tokens.
Esta apuesta supone un cambio brusco, impulsado por el creciente interés de los clientes y el rápido crecimiento de los activos digitales, respecto a hace sólo siete años, cuando el CEO Larry Fink calificó el bitcoin de “índice de blanqueo de dinero”.
En el lanzamiento en enero del ETF al contado, Fink se mostró “muy optimista sobre la viabilidad a largo plazo del bitcoin” y aseguró que sus fundamentos eran una parte crucial de «la revolución tecnológica en el mercado financiero».
La gestora de activos ha sido la mayor beneficiada por la decisión de la Comisión del Mercado de Valores en enero de aprobar los ETF que invierten directamente en bitcoin, después de rechazarlos durante años.
Fidelity le sigue en tercer lugar, con 9.300 millones de dólares en activos. El dúo se ha visto favorecido por los enormes reembolsos de Grayscale, que convirtió un producto anterior de bitcoin en un ETF y había estado cobrando una comisión de gestión mucho más alta, del 1,5%. BlackRock cobra un 0,25%.
También contrasta con la estrategia adoptada por algunos de los mayores rivales de BlackRock. Vanguard, que al igual que BlackRock es un gigante de los ETF, no sólo optó por no lanzar un ETF de bitcoin, sino que se negó a vender fondos de bitcoin de terceros a sus clientes de corretaje.
El aumento de la confianza de BlackRock en el mercado de activos digitales también se pone de manifiesto por su respaldo a Securitize, al unirse a Tradeweb y Hamilton Lane en una ronda de recaudación de fondos de 47 millones de dólares para la plataforma, que utiliza tokens digitales para representar activos. Joseph Chalom, responsable global de asociaciones estratégicas con el ecosistema de BlackRock, forma parte ahora del consejo de Securitize.
Hace dos años, BlackRock realizó una inversión minoritaria en Circle, que gestiona la segunda mayor stablecoin del mundo, USDC. Una stablecoin es un tipo de moneda digital vinculada a una divisa como el dólar estadounidense.
Aun así, la llegada de BlackRock a otras partes del mercado de las criptomonedas ha animado a los inversores. En marzo, lanzó un fondo del Tesoro tokenizado en una blockchain pública, ethereum, que permite a todos los usuarios seguir las operaciones en un sistema de contabilidad digital.
El fondo BlackRock USD Institutional Digital Liquidity, o Buidl, ya ha superado al fondo tokenizado de su rival Franklin Templeton como el mayor del mercado, captando 382 millones de dólares frente a los 368 millones de Franklin.
Los traders han empezado a utilizar Buidl como forma de obtener garantías de alta calidad para negociar criptomonedas. La mayoría utiliza stablecoins como USDC o USDT de Tether, pero, a diferencia de Buidl, no ofrecen a los titulares un rendimiento.
Hay quien sostiene que la apuesta a largo plazo de BlackRock es acelerar la liquidación de las operaciones y la transferencia de sus fondos, haciéndolos más atractivos para los inversores que quieren acceder a su dinero de inmediato.
Según explicó Robert Mitchnick, jefe de activos digitales de BlackRock, la gestora ya había probado anteriormente la tokenización utilizando una blockchain privada de JPMorgan para rastrear los activos y las transacciones de un fondo del mercado monetario. Ese producto de blockchain privado ayudó a sentar las bases para Buidl.
A finales de mes, EEUU empezará a exigir que la gran mayoría de las operaciones se liquiden en un día laborable, pero los ejecutivos dudan de que puedan lograrse más avances para los inversores hasta que grandes partes del sistema financiero se pasen a las cadenas de bloques, que pueden liquidar operaciones en cuestión de minutos.
“Llegará un momento en que la tecnología actual no funcione”, afirmó Ralf Kubli, miembro de la junta directiva de la Asociación Casper, un proyecto de blockchain con sede en Suiza.
Los grandes gestores de activos de todo el mundo están “estudiando qué puede hacer por ellos esta tecnología”, añadió.
Fuente: expansión