Con un primer análisis sobre el contexto internacional actual, que plantea un nuevo escenario geopolítico dado por la puja entre Estados Unidos y China por el liderazgo comercial, así como el conflicto en Medio Oriente donde se encuentran actores relevantes para la cadena triguera, el subsecretario Agustín Tejera afirmó en A Todo Trigo, el congreso organizado por la Federación de Acopiadores en Mar del Plata, que Argentina tiene en sus manos una oportunidad que aprovechar.
“Tenemos la oportunidad de posicionarnos no solo como proveedores líderes de alimentos sino también de servicios bio-basados. Estamos en una región de paz y eso nos da un atributo fundamental. La confianza y la sostenibilidad son la base de la inserción de Argentina en el mercado global, de aumentar las exportaciones y sobre todo de construir una política de desarrollo territorial en nuestro país”, dijo el funcionario.
Para lograrlo, indicó que es clave estabilizar la macroeconomía y puntualizó en las principales acciones del gobierno para lograrlo: “Trabajamos sobre la eliminación de las distorsiones de precios relativos para incentivar la inversión; en la simplificación, desregulación y desburocratización para generar competitividad; y en la apertura de mercados y posicionamiento de Argentina a nivel internacional”.
De cara a la próxima campaña triguera, Tejeda señaló dos incentivos claves: buenas condiciones hídricas de cara a la siembra y una recuperación de precios internacionales que se trasladaron al mercado local, combinado todo esto con una caída importante en el precio de los insumos.
Es así que indicó que desde el Área de Estimaciones Agrícolas se proyecta “un aumento de la superficie en torno al 3.5%”, porcentaje que no sería todavía el final, aunque “somos optimistas”. Eso daría como resultado, para el gobierno, un área sembrada en torno a las 6.15 millones de hectáreas, y una producción que rondaría las 17.35 a 20.09 millones de toneladas, “de acuerdo con la variabilidad del rendimiento acorde al escenario climático”.
“Con eso estaríamos entre las 10 y las 13 millones de toneladas de trigo para exportar. Así, en la campaña 2024/25 podríamos consolidar la vuelta de Argentina al mercado internacional con presencia en varios destinos”, celebró.
Similar fue el análisis del consultor Gustavo López, quien consideró que desde el punto de vista mundial, con sequía en países claves como Rusia y Estados Unidos, y con inundaciones de gran consideración en Brasil, “la oferta será relativamente limitada y la demanda sostenida, con una relación equilibrada entre el stock final y el consumo”.
López realizó especial hincapié en la reducción de costos dada por el cambio en la relación insumo producto, “que a la luz de la comparación de los últimos 5 años aparecen como muy atractivas”, y en la situación del vecino país brasilero, que dada su situación “incrementaría fuertemente sus compras esperadas en 5.5 a 6 millones de toneladas”.
“En este marco, no habría impedimentos para concretar las metas no logradas por limitaciones climáticas en la campaña anterior, que se ubicaban en torno a las 6.5 millones de hectáreas”, afirmó en este sentido el analista.
Esto conduciría a lograr una producción en torno a las 19 millones de toneladas, con rendimientos de 3.07 millones de kilogramos por hectárea, exportaciones por 12 millones de toneladas y un consumo interno rondando las 6.5 millones de toneladas.
En cuanto a los precios sostuvo que son muy atractivos, con un promedio de precio FOB en origen que rondaría los 250 dólares.
“Sumando a los fletes, los impuestos, las tasas portuarias y demás llegamos a un componente de precio muy competitivo respecto del resto de los orígenes”, indicó.
López concluyó su participación en A Todo Trigo afirmando que “existen condiciones oportunas para sembrar trigo, tanto externas por ajuste de ofertas como internas por razones climáticas, precios esperados a cosecha, buenas relaciones insumo-producto y competencia con otros cultivos”, entre otras.