A mediados de setiembre, se proyectaba 110 qq/ha como promedio para la región núcleo. Ahora son pocos los lotes que han podido cosecharse en la región, pero los primeros rindes están alrededor de 100 qq/ha. Es el caso Bigand, en donde la trilla largó la semana pasada y se detuvo por lluvias. En el noreste bonaerense, zona de Baradero y San Pedro los rindes van de 85 a 95 qq/ha. Allí dicen: “estamos muy conformes, son buenos rindes para la zona”. Lo que se nota en las encuestas de esta semana es que se consolida en muchas áreas una baja en las expectativas para el maíz temprano, pasando de 110/120 qq/ha a 100 quintales, como es el caso en Cañada de Gómez, María Susana, Bigand y Bombal, entre otros.
A mediados de setiembre, se proyectaba una producción de 13,9 Mt. Eso fue antes de la ola de calor y a pesar de que el cultivo cumplió etapas claves sin falta de agua, el estrés térmico ha generado incertidumbre respecto de cuánto podía verse afectado el peso de grano en el final del ciclo. Algunas zonas parecen haber escapado del este efecto “adelgazamiento”, como en Corral de Bustos, en donde proyectan medias de 120 qq/ha, o Carlos Pellegrini y El Trébol, con expectativas de 110 qq/ha. Mientras se espera que la cosecha se generalice en 15 días y se devele el impacto de las condiciones meteorológicas, en el oeste de Buenos Aires resumen la situación diciendo: “es difícil ponerle números al daño. Pero el problema está”.
¿Cómo está el maíz tardío?
Aunque la superficie en zona núcleo suele ser muy chica (8%) en comparación con el maíz temprano, en esta campaña el cultivo cubre un 35% del total de hectáreas de maíz. Es que en el 2023 las lluvias llegaron tarde, a finales de octubre, y con los pésimos resultados que dejó el maíz temprano de la anterior campaña, el tardío ganó participación en el área. Sin embargo, hay una tanda del tardío (sembrado en la primera quincena de diciembre) que fue muy golpeada: la ola de calor lo agarró en plena floración. Hay situaciones muy divergentes, con zonas que han logrado minimizar el impacto y están muy bien y otras en las que los problemas se están tornando evidentes. El centro-sur santafecino está entre las áreas favorecidas; el estado general es muy bueno y se esperan rindes de 100 qq/ha como promedio. Hacia el sur provincial se espera una buena campaña, pero las expectativas se redujeron: en Bigand estiman 80 qq/ha para el tardío (y 50 qq/ha para el de segunda). Pese a que esperan una caída, en el noreste bonaerense los técnicos notan signos de recuperación. En cambio, en el noroeste bonaerense, dicen: “comenzamos a ver los problemas de fecundación por estrés termo-hídrico durante floración. En los lotes buenos el problema se reduce y en los overos o en las fechas de siembra más críticas, la problemática aumenta”. (GEA)