Con el lanzamiento comercial en el país de la Duster Oroch, la primera Sport Utility Pickup (SUP) que la firma lanza en el mundo, Renault ratificó su apuesta por la Argentina. Y si bien el presidente de la automotriz francesa, Luis Fernado Pelaez Gamboa, celebró “la nueva etapa a nivel macroeconómico” alertó por la elevada inflación y los problemas de competitividad. Además advirtió sobre los conflictos que vive la industria brasileña.
“Estamos viviendo una nueva etapa a nivel macroeconómico en la Argentina”, dijo Pelaez Gamboa. “Desde diciembre último hubo un cambio en las reglas de juego. Eso nos está permitiendo salir de una situación en la que esta filial se dedicaba al control de deuda para poder encarar un trabajo basado una mayor rentabilidad y en más y mejores negocios”, afirmó.
El ejecutivo señaló que, en esta nueva realidad “auspiciosa”, la firma buscará tener una participación en el mercado local cercana al 15% para este año. Agregó que el mayor desafío para la economía argentina pasa no sólo por controlar la escalada inflacionaria, sino en ver cómo se puede mejorar la competitividad: “El impacto del llamado costo país es verdaderamente muy grande e influye directamente en cualquier plan que se pueda hacer. Creo que el verdadero desafío tanto para las autoridades como para los empresarios es ver cómo podemos mejorar esa realidad para lograr ser más competitivos no sólo a nivel local, sino para poder proyectarnos también hacia otros mercados del exterior”.
La Duster Oroch, que es una mezcla entre SUV y pickup compacta, llegará desde Brasil donde se fabrica en la planta de Curitiba. “Estamos creando un segmento nuevo que nos va a posicionar muy bien en el mercado local”, dijo. Según dijo, con la preventa en dos meses ya se vendieron más de 1500 unidades y se sucribieron más de 600 planes de ahorro.
No obstante, la realidad brasileña preocupa. “Brasil es un mercado muy importante para Renault. No sólo porque es el de mayor ventas de la región, sino porque recibe buena parte de nuestra producción local de vehículos”, dijo, y agregó: “La situación por la que está pasando es preocupante, porque la drástica caída de ventas que está experimentando limita nuestras exportaciones más allá de que las variables macroeconómicas de devaluación e inflación comparativamente con la Argentina hacen que aún sea una economía más competitiva que la nuestra. Además, el panorama que vemos para el segundo semestre en ese país no es bueno”.
Los planes de la firma francesa son grandes y a corto plazo. Pelaez Gamboa puntualizó que este año terminarán de invertir US$ 100 millones de los 600 millones anunciados el año pasado para comenzar a producir localmente en el segundo semestre tres de los modelos que hoy llegan importados (Logan, Sandero y Stepway).
Para 2017 el ejecutivo aseguró que otra buena parte de ese dinero se utilizará para ajustar procesos y hacer otras adaptaciones en la fábrica. Además se “presentará un producto que va a ser muy interesante” (no aclaró cuál). El gran objetivo de la compañía será -en 2018- comenzar con la producción de una pickup en el país (que aún no tiene nombre y se sumará a las otras dos producidas en la Argentina, la Nissan Frontier y la de Mercedes-Benz) .”Nos permitirá tener la capacidad productiva de Santa Isabel prácticamente al ciento por ciento, lo cual no sólo es beneficioso para la empresa, sino también para todas las industrias asociadas”.
