El avance del proyecto que propone declarar la emergencia ocupacional hasta el 31 de diciembre de 2017 y con efecto retroactivo al 1° de marzo de este año, encendió alarmas en el empresariado, que rechazó de plano la iniciativa. “Si bien nosotros entendemos que debe preservarse el trabajo, no creemos que esta ley sea la solución”, comentó el titular de la Asociación Empresaria de Rosario (AER), Ricardo Diab, a ON24. Mientras que la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) también se expresó en contra.
¿De qué se trata la emergencia ocupacional?
Según estipula esta ley, durante ese período, quedan prohibidos los despidos sin justa causa en el sector público y en el privado. Se establece además que se renovarán de manera automática los contratos laborales que venzan antes de esa fecha. Los trabajadores afectados por los despidos podrán optar entre accionar judicialmente por su reincorporación en su puesto de trabajo, período durante el cual seguirán cobrando su salario, o aceptar la desvinculación y cobrar una doble indemnización.
El gobierno nacional adelantó esta semana que en el caso de ser sancionada, evaluará su veto.
“No es la solución”
Al ser consultado por la posición de AER frente al avance de esta ley en el Congreso Nacional, Ricardo Diab expresó, “no estamos de acuerdo. En primer lugar, no es feliz despedir empleados, sobre todo si es personal calificado, que cuesta muchísimo volver a formar. En segundo lugar, hay una situación económica muy difícil y no podemos seguir castigando al empresario”.
“Si por un lado puede considerarse justo para impedir al sector empresarial que despida gente, creemos que no es conveniente”, subrayó Diab
En tanto, desde CAME, justificaron su rechazo debido a que “implementar la doble indemnización crearía niveles de conflictividad alarmantes para las PYMES, especialmente en las más pequeñas, que llevarían al cierre definitivo de muchas de ellas”.
A la espera de mejoras
“Somos conscientes de la situación y acompañamos una nueva expectativa económica, pero hasta el momento, los pequeños negocios se encuentran con muchas dificultades”, apuntó Diab. Y ahondó, “van cuatro meses consecutivos de baja de ventas, y si sumamos a eso la cuestión impositiva, el aumento de las tarifas, y el enfriamiento del crédito por las altas tasas, es un combo que por el momento nos complica. Esperamos que hacia el segundo semestre las cosas empiecen a mejorar”.
