Las importaciones vienen pesando cada vez más en el consumo interno chino.
Oportunidades y limitaciones.
La semana pasada la Administración General de Aduanas de la República Popular de China (GACC) incluyó empresas argentinas para la exportación de trigo desde nuestro país. De esta manera, queda oficialmente operativo el mercado para la exportación de trigo argentino.
Con sus más de 1.400 millones de habitantes, el gigante asiático es el principal consumidor de trigo a nivel global. Además, China se consolida hace años como el principal productor del mundo de este cereal. Sin embargo, el consumo interno de trigo en China supera la robusta cosecha que produce año tras año el país asiático, lo que también lo convierte en el principal importador de trigo.
Con esta autorización, la República Argentina podría volver a exportar trigo hacia China. La importación de trigo al gigante asiático ha cambiado sustancialmente desde la década del 90. En la década de los 90’s la provisión de trigo importado a China fue originada casi en un 80% por la producción de Canadá y Estados Unidos.
Luego de un interregno de recortadas importaciones desde 1997 hasta 2011 (con la excepción de los años 2004 y 2005), la necesidad de trigo del exterior de China fue creciendo progresivamente. Más allá de este incremento, la participación de los países de América del Norte en la importación cayó al 51% en la década que va del 2012 al 2022. Más aún, entre Canadá y Estados Unidos no habrían superado el 20% de los embarques de trigo a China en 2023, de acuerdo con datos preliminares. En este marco, creció fuertemente el abastecimiento de trigo proveniente de Australia. Entre 2022 y 2023 este país habría aportado más de la mitad del trigo importado por China.
Luego de un récord histórico de producción de trigo en Australia, la cosecha 2023/24 se proyecta con una caída de más del 37% en el país de Oceanía. De las más de 40 millones de toneladas cosechadas en la campaña 2022/23, Australia aspira apenas a superar las 25 Mt en la proyección del USDA para la cosecha 2023/24.
La caída productiva australiana aparece en este marco de crecientes importaciones de trigo de China. En 2023 se importaron casi 12 millones de toneladas, un máximo desde 1991. No conforme con ello, el promedio de importaciones del gigante asiático 2020-2023 se ubica en 10 millones de toneladas, casi tres veces el promedio de volúmenes importados en el período 2016-2019. Asimismo, mientras en la campaña 2018/19 China realizó importaciones por apenas el 2,5% de su consumo interno de trigo, el año 2022/23 aspira a cerrar con ese ratio subiendo al 9%.
En este contexto, es evidente que la apertura del mercado chino para la Argentina representa una gran oportunidad. Más aún, los precios de exportación del trigo argentino se ubican actualmente en torno a los US$ 375/tn, cerca US$ 35 por debajo de los US$ 410/tn del trigo australiano. Al incorporarle el costo de transporte de estos precios FOB, tenemos un flete de US$ 54/tn desde Argentina a China y US$ 25/tn de Australia a China, de acuerdo con datos de la Secretaría de Bioeconomía y Refinitiv.
De esta manera, la originación de trigo argentino con un precio CIF (Es decir, considerando el precio FOB más el costo de transporte y eventuales seguros) hacia China estimado en US$ 429/tn hoy estaría en condiciones competitivas respecto al trigo australiano, valuado en puerto chino a US$ 435/tn. No obstante, debemos destacar que todos los datos expuestos son de carácter orientativo y cada negocio de exportación puede encontrar precios y dinámicas diferentes a la hora de concretarse.
La autorización de exportación por parte de China llegó con la cosecha de trigo argentino prácticamente finalizada. Sin embargo, la dinámica comercial aún viene más rezagada que otros años. Las compras totales del trigo 2023/24 totalizan el 34% de la oferta total, lejos del 47% de la campaña pasada y más aún del 55% de promedio de los últimos cinco años, lo que daría un interesante margen potencial para concretar más negocios con el gigante asiático de verse una favorable dinámica comercial y de precios.
No obstante, es importante destacar que, de los 9,5 millones de toneladas que esperan exportarse en esta campaña, 5,8 Mt consisten en ventas externas anotadas en la campaña pasada y no concretadas por la rotunda sequía. Si a dichos compromisos le incorporamos cerca de 1 Mt ya anotada en lo que va de la nueva campaña, nos quedamos una estimación de cerca de 2,7 Mt de trigo 2023/24 disponibles para su potencial comercialización con el exterior.
Los compromisos con el mercado brasileño, en un contexto de incremento de importaciones de trigo ruso por parte de nuestro principal socio comercial, son otros factores para tener en cuenta a la hora de enfocar potenciales mercados. Destacando la expectativa que puedan concretarse nuevos embarques de trigo al gigante asiático con lo pendiente a exportar, también es importante subrayar que es probable que la reapertura del mercado chino pueda aprovecharse plenamente y con más fuerza en los números comerciales en la próxima cosecha. (BCR)