Preocupación en el sector de materiales de la construcción por el prolongado paro que realizan los trabajadores embarcados de las empresas areneras. Esto conlleva a una crisis de abastecimiento de arena y hormigón, por lo tanto, demoras en obras en curso, lo que pone en jaque numerosos puestos de trabajo.
La Asociación de Empresarios de la Vivienda y Desarrollo Inmobiliario (AEV) Santa Fe informó esta situación a través de un comunicado y pidió la pronta “resolución del conflicto” porque “es fundamental garantizar la continuidad de nuestro trabajo”.
“Esta medida impactará directamente en la provisión de arena y hormigón, generando afectaciones en las obras en curso y en numerosos puestos de trabajo, así como en sus familias correspondientes”, manifestaron.
En este sentido se mostraron abiertos al diálogo con los asociados de AEV y recordaron que la falta de actividad en el sector arenero se extiende desde el 23 de enero. “Esperamos que, con el diálogo y la colaboración de todas las partes involucradas, podamos restablecer las actividades en el menor tiempo posible”, concluyeron.
El paro comenzó tras varias reuniones entre los trabajadores y las empresas, con la Secretaría de Trabajo como garante. El reclamo del gremio es por la recomposición salarial de la paritaria 2023, que aún sigue abierta.
“Se realizaron al menos 7 audiencias donde llevamos diferentes propuestas, pero ninguna fue satisfactoria para las empresas”, exclamaron y agregaron a través de un comunicado: “Buscamos un acuerdo salarial que permita palear la angustiante situación económica que sufren los trabajadores, como consecuencia del espiral inflacionario de la economía de nuestro país que ha deteriorado sensiblemente el poder adquisitivo de los salarios”.
Desde Razzini Materiales, líder en el sector, comunicaron a sus clientes la situación y cómo los afecta directamente en la provisión de estos dos materiales, claves para la construcción.
“Las empresas de materiales de la construcción cercanas a las areneras”, contó Leandro Razzini, del grupo empresario homónimo, “trabajan con stock para una semana”, con lo cuál -si se extiende el conflicto gremial- “dentro de tres días ya no podemos seguir vendiendo”.
El empresario resaltó las dificultades que esto genera: “Cuando se detiene una obra que está por levantar sus cimientos no trabaja el yesero, el pinto, los proveedores de aberturas o griferías, entre tantos otros”.
Según Razzini, los trabajadores exigen un bono de 800 mil pesos y un aumento del 90% para febrero, una medida que llama la atención siendo que “En un mes, es decir en marzo, tienen paritarias”.
Disparada de costos
Sobre los últimos aumentos Razzini destacó el 65% de diciembre en hormigón y un 25% adicional en el costo de este material recibido el 1 de febrero.
“Lo mismo pasa con la piedra y la arena que subió en enero un 40%”.
Sobre las perspectivas del 2024 el titular de Grupo de Razzini apuntó: “Todos estamos esperanzados en el campo que motoriza no solo la construcción. Cuando al campo le va bien al resto de los sectores nos va bien por el alto derrame que tiene en toda la economía”