El último informe del GEA indica que el oscurecimiento de las plantas, producto de la proliferación de enfermedades y el brotado de la semilla en la vaina, ponen en jaque la calidad comercial. Alertan la posibilidad de pérdida por desgrane si las condiciones ambientales se tornan secas. La merma de rindes aun no puede predecirse, hay numerosos lotes a los que no puede accederse, pero los síntomas de deterioro comienzan a ser visibles. Pronósticos de lluvias hasta el lunes con altas temperaturas intensificarían los problemas. En las últimas dos semanas cayeron 150 mm de promedio, de lluvias casi continuas, paralizando el avance de la cosecha. Los caminos presentan un estado calamitoso. Se ansía una semana de cielo despejado y viento para salvar la cosecha.
Sin piso ni caminos transitables, se espera a que esclarezca el cielo. Los cuadros de soja se tiñen de negro producto del avance de las enfermedades. Los que presentaron chinches durante su maduración son los más susceptibles al ingreso de patógenos a la semilla. Por otro lado, la excesiva humedad embebe los granos provocando su brotado y la apertura de vainas. Este síntoma, si bien no está generalizado, puede agravarse con el aumento de las temperaturas y la continuidad de las lloviznas. La calidad del grano tiene altas chances de ser castigada al momento de la entrega. La cosecha, que hasta antes de las lluvias, en pocos días llegó a cubrir el 37% de las hectáreas de soja de primera, hoy está lejos de retomar aquella intensa actividad. El estado de los caminos relentecerá aún más el comienzo de la recolección, promoviendo la estrategia de embolsa