El sudeste de Córdoba registró los acumulados más importantes, destacando Bell Ville con 54 milímetros y Bengolea con un igual registro. Esta tendencia se extendió hacia Santa Fe, con Montes de Oca recibiendo 39 milímetros, y Rufino 34 milímetros. En el noroeste de Buenos Aires, General Pinto también contabilizó 34 milímetros.
Más allá de la región núcleo, La Pampa experimentó más de 50 milímetros en algunas localidades como General Hacha, y en Buenos Aires, Trenque Lauquen acumuló 40 milímetros hasta el viernes. Las lluvias, caracterizadas por su rapidez y volumen, generaron situaciones problemáticas, particularmente en Córdoba. Villa General Belgrano y Pilar, por ejemplo, registraron entre 140 a 150 milímetros en tan solo dos o tres horas.
Este fenómeno, resultado del enfrentamiento de masas de aire muy caliente con frentes fríos, trajo consigo no solo intensas lluvias sino también fuertes vientos. Córdoba se vio particularmente afectada, con acumulados significativos de 90 milímetros en algunas localidades y 60 en Río Cuarto. Estos eventos han provocado considerables desafíos en muchas comunidades, no solo por las inundaciones sino también por los daños causados por el viento.
“Lamentablemente, de vuelta vamos a ver postales con muchos problemas en muchas localidades por esta gran cantidad de agua y por este enorme viento que hubo sobre todo en Córdoba”, concluyó Russo, que dijo sin embargo que la buena noticia es que Córdoba sigue sumando agua. (BCR)