En el agro, cada año trae sus propias sorpresas y desafíos. El 2024 no es la excepción para los productores de la Región Núcleo. Según reporta la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario, a pesar de un panorama favorable en términos de rendimientos, el escenario económico internacional juega en contra, poniendo a los productores frente a un complejo laberinto de decisiones y estrategias.
Las condiciones climáticas han mostrado una cara amable este año, con un 75% del maíz temprano y el 50% de la soja de primera catalogados entre muy buenos y excelentes. Esta situación contrasta drásticamente con el año anterior, marcado por una severa sequía que arruinó gran parte de las expectativas de cosecha.
Sin embargo, las recientes intermitencias en las lluvias y la persistente amenaza de la caída de las reservas de agua encienden alarmas. Aunque los cultivos están en buenas condiciones, la necesidad de lluvias superiores a 60 mm se hace crítica para mantener el potencial de rendimiento, especialmente para el maíz que comienza a formar granos.
Desafíos económicos a la vista
A pesar de la mejora en las condiciones de producción, los márgenes presentan un panorama menos alentador. Comparando enero de 2024 con el mismo período de 2023, hay una caída significativa en los márgenes de hasta casi 400 dólares por hectárea. El año pasado, los precios reflejaban el impacto del conflicto entre Ucrania y Rusia, lo que favorecía a los productores, aunque no pudieron capitalizarlo debido a la sequía. Hoy, los números son más ajustados, y las ganancias netas en soja y maíz han disminuido considerablemente tanto en campos propios como alquilados.
Es un juego de equilibrios delicados. Por un lado, el clima favorable aumenta los rendimientos, pero por otro, no compensa la caída en los ingresos. Incluso con un aumento del 20% en la producción de maíz y un 25% más en rendimientos de soja, los márgenes siguen siendo inferiores a los del año pasado, asegura GEA. Solo en el caso de la soja en campos alquilados, los productores podrían esperar un ingreso extra.
Un factor extra
A este complejo escenario se suma el impacto de la reciente tormenta en el corazón de Córdoba, que afectó entre 35.000 y 40.000 hectáreas. El viento y el granizo fueron los principales protagonistas, causando daños significativos en los cultivos de maíz y soja, muchos de los cuales requerirán ser resembrados.
Un futuro incierto
Los productores de la Región Núcleo se enfrentan a un 2024 lleno de desafíos. Aunque las condiciones de cultivo son mejores que el año pasado, la realidad económica y los eventos climáticos extremos imponen un escenario complejo. La esperanza de mejores rendimientos se ve opacada por la incertidumbre de los mercados y la naturaleza.
Respecto al clima para el resto de la semana, se informa que hasta el lunes, hay probabilidad de chaparrones y tormentas. “Con la continuidad del Niño hasta avanzado el otoño, lo más probable es que como piso contemos precipitaciones con valores normales”, dice el consultor Elorriaga. (BCR)