Maíz: estar atentos a las patologías en un año Niño

Se espera un ambiente más húmedo bajo la influencia del fenómeno climático del “Niño” que será propicio para la proliferación de enfermedades.

Alejandro Cuadra, asesor técnico y socio de Aapresid y la Dra. Cecilia Díaz, fitopatología e investigadora de la Universidad Nacional de Tucumán, advierten que esta campaña, el ojo deberá estar puesto en vigilar la performance sanitaria del cultivo de maíz, ya que se espera un ambiente más húmedo bajo la influencia del fenómeno climático del “Niño” que será propicio para la proliferación de enfermedades.

Manejo de enfermedades en un año “Niño”: desafíos y estrategias

Teniendo en cuenta años anteriores y la carga de inóculos presentes en la zona, ambos especialistas coincidieron en Agenda Aapresid que el tizón del maíz (Exserohilum turcicum) y roya común (Pucchinia sorghi) estarán presentes esta campaña. “Hemos tenido en el NOA, durante la campaña pasada una alta presión de ambos patógenos, los inóculos están en los rastrojos, por lo que esperamos que esta campaña vuelvan a expresarse”, dice Diaz y agrega que el ambiente más húmedo que se espera para este ciclo, agrandará el espectro de enfermedades en la zona. “Es esperable que este año haya también mayor incidencia de Cercosporiosis, Fusariosis,  mancha blanca, Diplodia,  Giberella (podredumbre rosa) y Spiroplasma”.

No obstante, Diaz sostiene que estas enfermedades no suelen tener una distribución homogénea en toda la región, sino que dependen de los híbridos utilizados y de las condiciones predisponentes en cada sector: “por ejemplo, en el norte de Salta, es muy común que se nos presente la roya polysora (Puccinia polysora), en cambio en el sur de Tucumán,  es más común la cercosporiosis,  donde se viene expresado en forma muy agresiva en los últimos años”.

Según Cuadra, la clave para controlar estas enfermedades, siempre está en llevar a cabo un monitoreo efectivo y constante. El especialista refiere que para las enfermedades foliares, es clave emplear escalas adecuadas para definir niveles de daño y necesidades de aplicación, como es la de Cobb en caso de  la roya.

Herramientas contra Spiroplasma

También conocida como “achaparramiento del maíz”, es una enfermedad que ha tomado mucha relevancia en los últimos años en el NOA por las grandes pérdidas que ocasiona sobre el cultivo. Es transmitida por la comúnmente conocida chicharrita  del maíz (Dalbulus maidis), para la cual no existen insecticidas registrados que la controlen. Es por esto que Cuadra recomienda realizar un control meticuloso, temprano y exhaustivo de los bordes del lote: “es una enfermedad  que se propaga desde la periferia hacia el centro del lote, por lo que si se toma a tiempo, se puede lograr un control efectivo de todo el lote, con el solo control de las borduras”.

La mayor incidencia de esta enfermedad en los últimos años, responde a un cambio que se ha dado en las fechas de siembra: “en el NOA, en general la ventana de siembra se extiende desde diciembre a enero, sin embargo en las últimas campañas, a causa del clima y la falta de agua, las fechas de siembra se fueron atrasando y casi no se hacen maíces “tempranos” por lo que la incidencia de esta enfermedad  ha aumentado”. Cuando el cambio de la fecha de siembra no es una opción para evadir la enfermedad, otra herramienta es la selección de híbridos con menor susceptibilidad ante el patógeno.

Recomendaciones para Tizón

“La clave está en  mantener el área verde sana desde los estadios tempranos. Hay que monitorear y cuando se está cerca del umbral crítico, realizar el control químico pertinente para evitar caídas importantes de rinde”, dice Diaz. Y recomienda las mezclas de triazoles y estrobirulinas. “Las mezclas triples, no se están recomendando porque hay indicios de que  interfieren en la fecundación. Otra herramienta es mezclar los productos de síntesis con estimulantes de mecanismo de defensas, solos no llegan a controlar pero en mezcla tienen una muy buena respuesta”, explica Diaz.

Desafíos sustentables

Ambos expertos subrayan la importancia de trabajar hacia prácticas sustentables, eligiendo híbridos adaptados y evaluando su susceptibilidad a enfermedades en simultáneo con altos índices de productividad. Y por otro lado, con el gran abanico de potenciales enfermedades junto a la heterogeneidad en su distribución, los especialistas sugieren hacer foco en monitoreo constante y la consulta a fuentes especializadas en la materia, como pueden ser grupos CREA, la Estación experimental Obispo Colombres, o ensayos de parcelas comparativas, para determinar los patógenos a campo.

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