El Panel de discusión sobre “Liderazgo Femenino en el Sector Agropecuario” se realizó en el marco de la 14° Conferencia Mundial Holstein y de la Expo Lechera que se realizó del 30 de marzo al 3 de abril.
La convocatoria al evento, que fue abierta al público, estuvo especialmente dirigida a todas las mujeres del sector lechero y criadoras de Holando que concurrieron a la Conferencia bajo la consigna: Más mujeres, Menos Hambre y Mayor Cuidado de la Tierra (More Women, Less Hunger, Better Care of the Earth)
Contó con la presencia de las diputadas nacionales Cornelia Schmidt-Liermann, Carla Carrizo, la subsecretaria de Responsabilidad Social de la Nación, Victoria Morales Gorleri, y las especialistas del agro, Adela Nores, Representante de la Sociedad Rural Argentina (SRA) ante el Comité de Mujeres de la Organización Mundial de Agricultores (OMA), Adriana Arnaldo, Primera Mujer en integrar la Comisión Directiva de AACREA, y la vicepresidenta del Consejo Profesional de Ingenieros Agrónomos de Argentina (CPIA). Ing. Monica Iacomini
Schmidt Liermann fue la encargada de dar el discurso de bienvenida y la presentación del panel “El Mudo Agropecuario ¿Un techo de cristal?”. Y comentó ante mujeres presentes de más de 30 países, que “la gran tarea es visibilizarnos y entender qué es lo que elegimos para nuestra vida y cómo llevarlo adelante”.
A su turno, Morales Gorleri enunció un estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) que analiza el “techo de cristal” en el sector. “Podríamos aumentar la producción mundial entre 20% y 30% si diéramos a las mujeres las mismas chances que a los hombres”, disparó.
La FAO sostiene que las mujeres rurales son responsables por más de la mitad de la producción de alimentos a nivel mundial, pero en América Latina y el Caribe continúan viviendo en una situación de desigualdad social y política, la cual se expresa fuertemente en su acceso y propiedad sobre la tierra. Aunque las mujeres rurales de la región desempeñan un papel fundamental en la erradicación del hambre, preservando la biodiversidad, conservando semillas y recuperando prácticas agroecológicas para la producción de alimentos saludables, en promedio, sólo el 18% de las explotaciones agrícolas en América Latina y el Caribe son manejadas por mujeres
Carrizo explicó que “el trabajo de las mujeres a menudo no está reconocido ni se paga adecuadamente. El acceso a oportunidades y recursos sigue siendo limitado y su representación en puestos de liderazgo está muy por detrás en relación a otros sectores. Por eso potenciar la igualdad de género en el sector es importante para la seguridad alimentaria, tanto a nivel hogar donde las mujeres son claves porque ayudan a obtener alimentos e ingresos dentro de sus familias, como también a nivel global donde la industria debe enfrentar el desafío de aumentar la producción de modo sostenible en su afán de alimentar a más población en el mundo”
Liermann y Carrizo hicieron referencia a la ley 24.012 de cuotas o cupo femenino que permitió que las mujeres fueran incluidas en el sistema político. En 1994, la reforma de la Constitución avaló el “cupo femenino” reconociendo en el artículo 37 la igualdad real de oportunidades para hombres y mujeres. “Desde la aplicación de la ley de cupo femenino, el Congreso argentino posee uno de los más altos porcentajes de representación femenina del mundo”, sostuvo Carrizo, y agregó que actualmente se está trabajando en un proyecto que propone que, tanto para las cooperativas como las mutuales, las listas que se presenten tengan mujeres en un mínimo del 30% de los candidatos a los cargos a elegir para integrar el Órgano Directivo y el Órgano de Fiscalización
“Lo que el proyecto pretende es asegurar la participación de la mujer en todos los consejos de administración, sin limitar el máximo, pero asegurando el mínimo en un 30% de la integración del mismo”, explicó Carrizo respecto del proyecto en cuestión
En la visión de Iacomini, “las mujeres desempeñan un papel clave en la cadena de suministro de agronegocios en América Latina. Es por eso que son esenciales para enfrentar el desafío de adaptar los cultivos al cambio climático. Representan en promedio el 20 % de la fuerza laboral agrícola en América Latina y más del 60 % de los empleados del sector en agronegocios. Las mujeres son clave para asegurar la calidad de los alimentos y productos en el sector agroindustrial. Sin embargo, la contribución de las mujeres es a menudo invisible en la cadena de suministro agrícola. Sus ingresos son menores que los de los hombres”.
“Los gobiernos y la sociedad como un todo deben reconocer los múltiples aportes que hacen las mujeres rurales como productoras, propietarias y tomadoras de decisiones, removiendo los obstáculos que persisten en detrimento de su condición social, económica y jurídica”, dijo Adriana Arnaldo, al tiempo que comentó que “las mujeres siempre han tenido un rol importante en los negocios familiares, sea como el trono detrás del poder, la persona que lleva los libros o como quien mantiene la estabilidad emocional del negocio”.
Nores se sumó a los discursos de Schmidt Liermann y de Gorleri, y concluyó en que “debemos superar de una vez por todas el problema de la igualdad de género. Nuestro objetivo es dar visibilidad a las mujeres en posiciones de liderazgo y atraer a más mujeres profesionales al sector agropecuario”.
Por último, Lisselotte Diz ofreció su visión dentro del mundo Holstein y destacó tres valores en las mujeres para alcanzar sus objetivos: Talento, liderazgo y fomento de la diversidad. “En 2015 se ha contabilizado un 60% más de graduadas mujeres que hombres. Por eso creo que debemos terminar con la rivalidad hombre vs. Mujer. Nos precisamos mutuamente para sacar adelante el negocio agropecuario”
