Cambiar la divisa podría exigir una masiva depreciación de la moneda local hasta los 1.000 pesos por dólar, según los analistas

El coste inicial del plan de Milei para dolarizar Argentina equivale a 100.000 millones

Los inversores internacionales observan con calma los resultados electorales en Argentina, que otorgan la presidencia de la República a Javier Milei. Pese a su rompedor programa en lo económico, la tranquilidad se explica porque no hay muchos fondos extranjeros con posiciones en el país sudamericano (todavía duele la experiencia del corralito de 2001) y además hay escepticismo sobre la posibilidad de que el nuevo mandatario pueda implementar todas sus promesas, al no tener el control del Parlamento y depender de fuerzas más moderadas.

“Sospechamos que algunas de sus propuestas más radicales -como la dolarización- podrían no materializarse por tener un apoyo limitado en el Congreso y la opinión pública”, dice William Jackson, analista de Capital Economics.

Sin embargo, no hay que descartar que Milei trate de seguir adelante con su idea de sustituir el peso para utilizar la divisa estadounidense, lo que le permitiría en sus palabras “cerrar el banco central”.

Sergio Armella, economista de Goldman Sachs, “varias de las propuestas de Milei acarrean un riesgo significativo de implementación, como por ejemplo la dolarización. Como todo en economía, no existe nada gratis y adoptar, preservar y beneficiarse del uso del dólar será difícil”.

Al margen de los posibles beneficios y perjuicios teóricos de cambiar el peso por el dólar (se pierde el control sobre la política monetaria, lo que exige un férreo control de la política fiscal), Goldman ha examinado el coste de la ejecución práctica de la medida.

El banco de Wall Street explica que el Gobierno tendría que utilizar dólares para comprar los pesos en circulación y sustituir las reservas de los bancos que cubren los depósitos en la divisa local y las obligaciones del banco central.

Al cambio actual oficial (350 pesos por dólar), esa operación de reemplazo exigiría una inversión a las autoridades argentinas de unos 110.000 millones de dólares (100.000 millones de euros), algo complicado cuando el país apenas tiene reservas.

Por ello, Goldman sugiere hacerlo a un tipo de 1.000 pesos por dólar, lo que reduciría el coste del reemplazo a 35.000 millones de dólares.

Pero esta depreciación masiva dispararía la inflación, algo que sucedió en Ecuador en su dolarización de 2000. “El país tardó 4 años en controlar los precios”. ¿Podría Milei aguantar ese doloroso proceso?

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