Las lluvias activan la siembra, pero también las plagas

En los últimos días se comenzó a observar una gran presencia de orugas en cultivos de gruesa. Recomiendan monitoreos exhaustivos.

Las lluvias que están ocurriendo de manera asidua a partir de finales de octubre han beneficiado al agro, permitiendo acelerar la implantación de cultivos de gruesa. Sin embargo, también representan un riesgo: la activación de la presencia de larvas de lepidópteros que, ante la oferta de cultivos en buenas condiciones de emergencia por la mejor oferta hídrica, pueden generar daños importantes en la implantación de estos y generar pérdidas relevantes de plantas. Esta situación obliga a un monitoreo exhaustivo para evitar que su incidencia se dispare y pueda ser perjudicial para los rindes.

El último reporte del Sistema de Alarma de Plagas publicado por el INTA Marcos Juárez deja en claro que el riesgo ya está presente: los investigadores Emilia Balbi y Fernando Flores advierten sobre la detección de oviposturas de oruga bolillera en lotes de soja. “Actualmente se encuentra volando Helicoverpa gelotopoeon (bolillera de soja), cuya población se incrementó en las últimas dos semanas. Esta generación de adultos de bolillera es relevante por su coincidencia con la emergencia del cultivo de soja durante el mes entrante”, alertan los técnicos.

Debido a esto, para el Ingeniero Agrónomo Matías Moreno, Product Manager de Fungicidas e Insecticidas de FMC para el Cono Sur, es un momento que demanda “estar atentos a los cultivos”, con “un exhaustivo monitoreo”. En soja, el profesional coincidió en que isoca bolillera es justamente una de las plagas más peligrosas, ya que ataca en estadios tempranos. El umbral de aplicación es de aproximadamente entre 0,5 y 1 oruga por metro cuadrado. En tanto, en estadios más avanzados, son otras plagas las que suman presión sobre la oleaginosa, como Anticarsia, Chrysodeixis y Rachiplusia (oruga medidora).

El maíz, por su parte, también tiene sus preocupaciones: por ejemplo, las orugas cortadoras. Para el Ingeniero Moreno, hay que tener mucha precaución porque “pueden ser muy agresivas, llevando a grandes pérdidas”, que pueden evitarse o al menos morigerarse con aplicaciones preventivas a tiempo. Lo mismo sucede con otra plaga que amenaza al maíz cada año: Spodoptera. Cabe destacar que pérdidas de una planta por metro lineal de siembra pueden significar una pérdida potencial de entre el 20 y el 25% del rendimiento.

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