Si el recientemente elegido hace tan sólo unas semanas nuevo presidente de FIFA pensaba que su camino al frente de la organización más importante del mundo del fútbol iba a ser un lecho de rosas a partir de ese momento, se equivocaba. Más bien todo lo contrario. Desde ese mismo instante todos los focos se centraron en él para comprobar que esas promesas de cambio que tanto demandaban los patrocinadores para continuar al lado del máximo organismo rector del fútbol mundial eran una realidad. Sin embargo, la presión no sólo le llegará desde ese punto de vista. Otras importantes organizaciones, como es el caso de Amnistía Internacional, han puesto el dedo en la llaga respecto a la gestión que debe realizar el nuevo presidente, Gianni Infantino para que la misma no comience a ser cuestionada apenas recién elegido como tal.
La organización humanitaria Amnistía Internacional, AI, puso en alerta en el día de ayer la situación de explotación laboral que se vive entre los trabajadores inmigrantes que están contribuyendo a la construcción de las infraestructuras necesarias para la puesta en marcha de la Copa del Mundo de Fútbol de Qatar del año 2022.
Así lo ha denunciado en su informe “El lado oscuro del Deporte Rey: Explotación Laboral en una sede del Mundial de Qatar 2022“, en el que critica con dureza la pasividad de la FIFA y la actitud de al misma por su”escandalosa indiferencia ante el pésimo trato que reciben los trabajadores inmigrantes” en el país asiático.
Primera prueba de fuego para Infantino
El comunicado, hecho público desde la sede de la organización en Londres, señala como el informe se realizó después de reunirse con más de 130 inmigrantes que trabajan en la construcción del Khalifa Stadium, la primera sede que estará finalizada para el Mundial que organizará Qatar dentro de seis años.
Según Amnistía Internacional, para muchos jugadores y aficionados, un estadio de un Mundial es un lugar para soñar. Para algunas peresonas, sin embargo, el mismo se ha convertido en una verdadera pesadialla después de sufrir abusos en sus derechos que convierten a esta circunstancia en una verdadera mancha en la conciencia del fútbol mundial.
Los trabajadores entrevistados denunciaron vivir en condiciones infrahumanas y sin derechos de ningún tipo al carecer en su totalidad de permisos para entrar o salir del país o para camibar de empresa o empleador a la vez que les quitan los pasaportes y documentos de identidad y no se les paga lo abonado.
Desde Amnistia Internacional se ha dado traslado del informe a importantes patrocinadores del evento comoCoca Cola, adidas o McDonald’s, a los que se les insta a presionar a la nueva dirección de FIFA para que corrijan esta situación ante el temor de que la misma pueda acabar salpicando la imagen de marca de las citadas compañías.
“Si el nuevo liderazgo de la FIFA quiere de verdad hacer botón y cuenta nueva, no se puede permitir que un evento de esta magnitud se dispute en un estadio construido por trabajadores inmigrantes que han sido maltratados”, concluyó el Secretario General de Amnistía Internacional, Salil Shetty.