Feedlots y tambos siguen apostando a silajes de alta calidad

En los últimos años se equilibraron la cantidad de hectáreas destinadas a silajes para producción de carne y leche. “Lo que llama la atención es que aún en esta campaña esa proporción se mantiene, a pesar de la marcada diferencia que en estos días tienen los resultados de estas actividades”, remarca Patricio Aguirre Saravia. “Lo que estamos viendo –continuó el presidente de la Cámara Argentina de Contratistas Forrajeros (CACF)- es que aunque la economía de los tambos está muy complicada, nadie deja de hacer reservas”.

En este contexto productivo y con el desafío de la eficiencia y la calidad, se desarrollan las nuevas ediciones de las jornadas Experiencia Forrajera, organizadas por CLAAS el próximo miércoles 30 de marzo en Sunchales, Santa Fe (el kilómetro 255 de Ruta 34), y el martes 6 de abril en Ameghino, Buenos Aires (kilómetro 308 de la ruta 188), desde las 8,30.

Cada encuentro que se realiza en los campos experimentales de CLAAS Argentina, cuenta con once oradores, tres paradas a campo, y tres charlas en auditorio, dinámicas de maquinaria, demostraciones de cultivos, almuerzo y premios. Una propuesta única de entrada libre y gratuita a la que la cadena forrajera no puede faltar.

“Desde la Cámara fomentamos la importancia del tipo de reserva que se logra –dice Aguirre Saravia-, ya que cuando cambien las condiciones, estos recursos serán los que acelerarán la recuperación productiva de los rodeos. Esto lo venimos haciendo de distintas maneras, una de ellas es con nuestra presencia en eventos de capacitación, como las jornadas Experiencia Forrajera que se desarrollarán en los próximos días”.  

“Nos parece muy positivo que los productores prioricen su actividad productiva y mantengan cubiertas las necesidades de silajes de los establecimientos –agregó Aguirre Saravia-. Porque todos sabemos que deshacerse de un rodeo es tan  fácil como pedir camiones, pero rearmarlo lleva una generación”.

Desde la semilla

“Hoy la tendencia en materia de silajes se concentra en la búsqueda de materiales que permitan obtener un forraje de alta calidad”, explicó Gastón Añez, responsable técnico del semillero KWS. “Frente a esa demanda respondemos con un programa genético propio para la obtención de híbridos sileros de maíz”.

“Somos el único semillero argentino que trabaja en esta línea y esto nos permite contar con una oferta de materiales para silajes que además de su alta cantidad y calidad  de grano ofrecen una elevada digestibilidad de la materia seca como consecuencia de las características nutritivas de sus hojas y tallos” indicó Añez.

El técnico agregó que “no buscamos híbridos excepcionalmente altos, preferimos apuntar a materiales con porte mediano pero con muy buenas características sileras. Además, otra cualidad de nuestros híbridos sileros es que cuentan con alto porcentaje de Stay Green, que les permite llegar a estados avanzados con una elevada área fotosintética y esto es uno de los factores determinantes de la calidad que hoy es muy buscado por los nutricionistas”.

Añez explicó que el nuevo esquema de retenciones alienta la siembra de maíz. Esto ha llevado a que se haya adelantado la precampaña y ya se han cerrado ventas de semillas para las siembras del ciclo 2016/17. “Esto viene ocurriendo tanto con los híbridos sileros como con aquellos destinados a la producción de granos, entre los que ofrecemos una gran variedad de materiales que se caracterizan por la flexibilidad de la espiga que va de la mano de una menor densidad de siembra. Además  todos nuestros híbridos ofrecen una amplia  gama de opciones con distintas tecnologías”.

El desafío de los buenos henos

Marcos Formica, del servicio técnico de Mainero, explicó que “en los últimos años no tenemos la ventana de tiempo suficiente para que el forraje se seque y alcance el grado de humedad óptimo para henificar, debido a la gran cantidad de días con lluvia y otros con altas temperaturas”.

Sin embargo, Formica explicó que existen maquinarias en manos de los productores que pueden ayudar a paliar estos problemas, pero que en muchos casos falta “seguir trabajando en la capacitación para que estos equipos muestren sus bondades”.

El incremento de la capacidad de trabajo de las maquinarias también aporta soluciones al desafío de trabajar mucho y en poco tiempo. “Los productores nos están pidiendo máquinas con mayor capacidad de trabajo para todas las etapas del proceso de henificación”, destaca Formica. “Es por esto que en las segadoras, los rastrillos y las rotoenfardadoras estamos incrementando el ancho de labor y la velocidad de trabajo. El objetivo es desarrollar equipos que cubran una mayor porción del terreno y que puedan transitar a altas velocidades aún en suelos muy desparejos”, indicó.

“También debemos adaptarnos a las necesidades de uso actual de los equipos –agregó Formica-. Por ejemplo, las rotoenfardadoras siempre se utilizaron para hacer rollos de pasturas y verdeos, pero ahora también deben procesar cortes de banquinas, rastrojos o distintos tipos de residuos que se usan para aportar fibra en la alimentación de algunos rodeos”.

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