Uber, la aplicación que permite contratar viajes de corta distancia a tarifas bajas, desembarcó en Argentina. Su fecha de inicio de actividades todavía no está confirmada, pero ya despertó polémica. Mientras muchos taxistas organizan protestas en su contra, ya hay cerca de 7000 postulantes para convertirse en chóferes. Los argumentos en su contra van desde la competencia desleal hasta la puesta en compromiso de la seguridad de los pasajeros.
Uber funciona como un nexo directo entre clientes y prestadores del servicio, sin intermediarios de ningún tipo. Además aquellos registrados no abonan licencia, seguro por transporte de pasajeros, ni radiofrecuencia, entre otros gastos. Tampoco deben tramitar registro profesional. Las tarifas se vuelven así considerablemente más bajas que las de un taxi convencional.
En cuanto a la forma de pago, basta con crear una cuenta de usuario en la aplicación asociando la tarjeta de crédito o una cuenta de PayPal. Luego de culminado el trayecto, la tarifa se descuenta automáticamente y se envía un comprobante al correo electrónico personal del cliente.
El trámite para ser chófer tampoco requiere mayores complicaciones. Es necesaria una licencia nacional de conductor; participar de las sesiones informativas de Uber, las cuales pueden hacerse en forma virtual o presencial; abrir una cuenta bancaria para recibir los pagos semanales y un certificado de antecedentes penales. En tanto un taxista requiere una licencia profesional, examen psicofísico y curso de seguridad vial, licencia para el taxi que debe renovarse anualmente y el mismo certificado de antecedentes penales.
Si bien las tarifas para Argentina no fueron confirmadas, desde la empresa esperan que estén entre un 20% y un 35% por debajo de las de un taxi. A diferencia de lo que ocurre en nuestro país, el precio de Uber varía en relación a la oferta y la demanda, calculando a partir de una tarifa base, la distancia recorrida y en tercer lugar el tiempo.
¿Será necesaria una regulación?
Mientras que todavía resulta incierto si Uber podrá operar con total libertad en Argentina, vale la pena destacar ejemplos de otros países en los cuales se puso en marcha el servicio luego de someterlo a ciertas regulaciones específicas.
Actualmente opera en 334 ciudades de 59 naciones. En 54 jurisdicciones de Estados Unidos y en cinco ciudades fuera de ese país se logró regular el servicio. Tal es el caso del Distrito Federal de México, Londres, Singapur, Calcuta y Manila.
Estas restricciones son generalmente la adquisición de licencias para el transporte de pasajeros y el pago de un porcentaje de las ganancias a autoridades locales.