La sexta generación del ponycar se lanzó con un techo duro y sólo dos motores: un 3.6 litros V-6 y un 6.2 litros V-8. Ahora que la planta de Lansing, Michigan está produciendo Camaro como locos, tuve la oportunidad de pasar casi un día cerca de Death Valley para probar el nuevo Chevrolet Camaro Convertible 2016 y el nuevo Camaro con el motor 2.0 litros turbo, el primer Camaro turboalimentado de la historia.
Los convertibles solían ser una idea de último momento para muchos fabricantes; cortaban perezosamente el techo y agregaban un poco de refuerzos para compensar la falta de un elemento estructural. El Camaro de la pasada generación era así, pero GM ha rectificado las cosas con la sexta generación del Camaro Convertible. La plataforma Alpha del Camaro es modular por su naturaleza, permitiéndole a Chevy mantener la tremenda rigidez estructural del Camaro Coupe con un techo de tela. Chevrolet hace esto con 11 refuerzos estructurales diferentes que aplica a los Camaro Convertibles dependiendo de los requisitos del motor. Por ejemplo, un Camaro Convertible SS con el motor V-8 tiene un puntal bajo el capó, pero el cuatro o seis cilindros no necesitan este hardware, lo que ahorra unas buenas libras.
El resto del paquete del Camaro Convertible 2016 está bien hecho, al igual que los refuerzos adicionales para el chasis. El techo de lona de alta calidad se opera electrónicamente, tomando 16 segundos para quitarse y 17 segundos para ponerse. El techo funciona a velocidades de hasta 30 mph y se esconde debajo de una cubierta dura pintada del color de la carrocería, dándole al Camaro un aspecto mucho más elegante cuando el techo está guardado sin el problema de una cubierta de vinilo.
Como era de esperarse, el nuevo Camaro Convertible se maneja muy parecido al cupé. Está disponible con tres motores: un 2.0 litros turbo de cuatro cilindros que produce 275 caballos y 295 libras-pie de torque; un 3.6 litros V-6 que produce 335 caballos y 284 libras-pie de torque; y un 6.2 litros V-8 que genera 455 caballos de fuerza y 455 libras-pie de torque. Centré todos mis esfuerzos en el V-8 convertible.
Con casi 150 libras más que su homólogo cupé, el Camaro Convertible SS encoje el peso extra. Nuestro modelo a pruebas con la transmisión manual de seis velocidades todavía arrancó rápido y tuvo el beneficio de producir sonoras adicionales del motor LT1 V-8. El Camaro Convertible SS debería de llegar de 0-60 mph en alrededor de 4.1 segundos. Si no le gusta todo ese ruido (aunque no habría por qué), la cabina sigue siendo impresionantemente callada para un convertible con la capota puesta.
No notamos una diferencia grande en la sensación de manejo y dirección entre el Camaro Convertible y el cupé, pero tendremos que pasar más tiempo con el auto antes de que tomemos una decisión final.
Camaro 2.0 Turbo
El Ford Mustang tuvo un motor turbo por primera vez en los años 80, pero el modelo 2016 es el primer Camaro en recibir un turbocargador bajo el capó – bueno uno de fábrica, por lo menos. Aunque Ford también tiene un Mustang que actualmente está impulsado por un motor turbo de cuatro cilindros, Chevrolet insiste que el Camaro 2.0 Turbo está diseñado para competir contra el Mustang V-6; el Camaro V-6 es el competidor del Mustang EcoBoost.
Independientemente, el motor cuatro cilindros, 2.0 litros turbo del Camaro es favorable. Compartido con el Cadillac ATS, el turbo de cuatro cilindros puede ser acoplado a una transmisión manual de seis velocidades o a una automática de ocho relaciones. Hay un poco de lag del motor justo al arranque, pero una vez que pasa las 2,100 rpm, el turbo ofrece una buena cantidad de torque. Aparte del lag, el Camaro turbo es engañosamente rápido desde el arranque, y produce los sonidos correctos a medida en que acelera. Según Chevy, el Camaro 2.0 Turbo debería de llegar a las 60 mph en solo 5.4 segundos, lo que se traduce en una décima menos que el Camaro V-6 2016 que probamos; ese cuesta $1,495 dólares más que el precio de entrada del turbo de $26,965 dólares.
Ambas transmisiones son bastante buenas. Los entusiastas obviamente optarán por la transmisión manual de seis velocidades. Toma un poco de tiempo acostumbrarse al pedal del embrague, pero los cambios son generalmente buenos, incluso si es más difícil de poner la palanca de cambios en la ranura del embrague en comparación con el Camaro SS. La transmisión automática de ocho velocidades, una opción de $1,495 dólares, también es muy buena. Hace los cambios rápidos hacia arriba y hacia abajo cuando necesita. El Camaro 2.0 manual tiene una ahorro de combustible de 21/30/24 mpg en ciudad/carretera/terreno combinado, y la automática obtuvo 22/31/25 mpg, según la EPA.
Aunque me encantaría decirle que el único motor que vale la pena considerar en el Camaro 2016 es el V-8, verdaderamente toda la gama del Camaro es sólida, y el 2.0 litros turbo es especialmente convincente. Claro, si puede comprar un Camaro SS hágalo, pero no se sienta vergonzoso de irse por la opción de cuatro cilindros.
