Se estima que alrededor de la tercera parte ya lo adquirió la exportación, a lo que hay que sumarle las compras de la industria que por lo general absorbe alrededor de un millón de toneladas anuales para producción de malta. Luego hay otros usos no industriales, principalmente para alimentación animal, semillas, etc. Si bien se ha estado vendiendo a buen ritmo, se espera que este año quede un amplio remanente para el próximo ciclo. Un dato: el Ministerio de Agroindustria apuntó en su hoja de balance, exportaciones para todo el año por 1,90 Mt, pero a sólo tres meses del inicio de la campaña las DJVE ya acumulan 1,72 Mt, es decir, el 90% de esa proyección. Esto implica que es probable que las ventas externas sean finalmente más altas, lo que dejaría menos stock final del que anticipan los números oficiales.
¿Desde dónde salen las exportaciones y hacia dónde van?
Cerca de dos tercios de la producción nacional de este año proviene del sudeste de la provincia de Buenos Aires, es decir, del área de influencia de la zona portuaria Necochea-Quequén. Por este motivo, alrededor del 60% de los embarques efectuados hasta el momento -totalizaron 1,3 Mt entre diciembre y febrero- salió por Necochea y un 35% por Bahía Blanca, quedando el resto para los puertos del sur de Rosario (Arroyo Seco y Villa Constitución). Esa proporción no debería cambiar sustancialmente en los próximos meses. Del total embarcado, la proporción entre forrajero y cervecero fue de 80-20%. Por lejos, el principal destino de las exportaciones cerradas hasta el momento –con más del 60%- fue Arabia Saudita, que adquiere regularmente grandes cantidades para alimentación animal. Poco más del 10% de los buques que zarparon este verano se dirigió a Brasil, con estándar cervecero. Interesante: en el mes de enero se vio en ACA Terminal Quequén un buque cargando 66.000 tn con destino a China.
¿Hay posibilidad de que mejoren los precios?
Las alternativas comerciales dependen en forma crucial de la calidad que detenta el que busca colocar el grano en el mercado. La última cosecha mostró bajos niveles de proteína, forzando el ingreso de buena parte de la producción al estándar forrajero. Este segmento está muy deprimido, ya que la demanda es puntual y no llega a absorber la totalidad de la oferta disponible. En los puertos del sur los valores escuchados se ubican en torno a u$s 135/ton y son todavía más bajos en la zona de Rosario. Distinto es el caso de la cebada cervecera, producto que se está comercializando en el rango de u$s 165 a 170 por tonelada con proteína mínima 10% y buen calibre. Aquí las posibilidades de mejora son mayores, aunque la demanda externa es limitada. Complica el hecho de que Brasil, el principal comprador, está visiblemente retraído. Hay que tener en cuenta que el mercado tiene un tamaño limitado: a nivel mundial se exporta una tonelada de cebada cada seis de trigo.
¿Cuál es el panorama internacional de este cereal?
La producción mundial del último año fue la más elevada desde 2009, lo que permitió fortalecer los niveles de stocks de los países exportadores. La disponibilidad de oferta en el hemisferio norte es razonablemente buena, pero en el sur tanto Argentina como Australia muestran parámetros de calidad inferiores al promedio usual. Los saldos exportables son amplios, sobre todo en Francia, pero China y algunos países de cercano oriente (afectados por la caída del petróleo) han reducido su ritmo de compras. En el segmento forrajero hay buena disponibilidad de sustitutos, ya que los inventarios globales de cereales son los más abultados en tres décadas. Sin embargo, el mercado cervecero puede mantenerse firme. Las expectativas de cara a la nueva campaña son realmente buenas, aunque es difícil que la superficie aumente demasiado y los rendimientos podrían caer a niveles más cercanos a los de tendencia.
Finalmente, ¿que se vislumbra en Argentina para la campaña 2016/17?
Preliminarmente, se advierte que la intención de los productores es aumentar la superficie de campaña fina, aunque seguramente el trigo liderará la ecuación. En cebada habrá que mirar, entre otras cosas, el programa comercial que definan las malterías, es decir, en qué nivel se encuentren los convenios en comparación con otras alternativas. En las próximas semanas debería haber más novedades. A priori, es probable que los márgenes de la cebada cervecera se ubiquen por encima del trigo, lo que debería dar sostén a la superficie. Sin embargo, a pesar de la eliminación de los derechos de exportación y la suba del tipo de cambio, los precios de este cereal se muestran algo retrasados en comparación con otros granos, como el maíz o los trigos de buena calidad. La impresión general que queda es que, al menos a corto plazo, este cultivo se ha ganado un lugar y no retrocederá hasta los niveles previos a la intervención de los mercados que comenzó en 2006. En la planificación de la campaña influirá también la experiencia de los últimos años, las condiciones agroecológicas y la disponibilidad de capital y tecnología para apuntar al segmento cervecero, que es el más rentable.
Autor: Guillermo Rossi – BCR
Comentarios