En el año 2011 las exportaciones de granos, aceites, harinas y biodiesel totalizaron 31.700 millones de U$S. En el 2015, en cambio, fueron de 23.300 millones de U$S. Respecto del año 2011, a Argentina le están faltando hoy cerca de 8.400 millones de U$S anuales que deberían surgir de las ventas al exterior de estos productos. Se produjo esta situación, principalmente, por la baja de precios internacionales de los productos que exportamos. Si se revirtiera esta situación y volviéramos a los precios del 2011, en dos años pagaríamos los importes que hoy adeudamos a los holdouts y fondos buitres. No hay viento de cola para Argentina. Hay un terrible ventarrón de frente. Mirando los precios de exportación del año 2011 y comparándolos con los del 2015 vemos que el poroto de soja sufrió bajas del 28%; el aceite de soja del 46% y el biodiesel del 50%. La harina de soja tuvo caídas del 37% respecto del mejor precio del 2012.
Otros importantes datos que surgen en esta nota son los siguientes:
a)Argentina depende cada vez más del campo y su agroindustria. En el año 2014 las exportaciones de Productos Primarios y Manufacturas de Origen Agropecuario (MOA) representaban el 59% de las exportaciones totales. En el 2015, la gravitación del sector agroindustrial en el comercio exterior creció al 64%, pese a la citada baja de precios.
b)Argentina exportó un total de 56.700 millones de U$S en el año 2015. El complejo oleaginoso argentino (soja, girasol, derivados y biodiesel) despachó al exterior cerca de U$S 18.639 millones. Esto implica que el 33% de las exportaciones nacionales del 2015 medidas en U$S surgen de la venta de los productos del complejo oleaginoso.
c)Si le sumamos a las exportaciones del complejo oleaginoso las ventas al exterior de maíz, cebada, trigo duro, sorgo granífero y harina de trigo; el total despachado al exterior asciende a 23.351 millones de U$S. Esto significa que el campo argentino, sus granos y la industrialización de los mismos aportan hoy el 41% de las exportaciones totales de la República Argentina. La cifra es por demás de elocuente de la importancia del agro argentino. En el año 2011, el peso de estos productos en las exportaciones nacionales era del 38%. Hoy, es del 41%. Cada vez más nuestro país depende de la generación de divisas que aportan sus granos y la agroindustria.
La semana pasada, en una nota de este informativo titulada “El saldo comercial 2015 con déficit significa una mayor dependencia de Argentina con el agro”, analizábamos las exportaciones argentinas del año 2015 junto con las campo y el complejo agroindustrial. Allí pudimos ver, entre otros aspectos, estas interesantes conclusiones:
a)La desaceleración de las exportaciones nacionales en el año 2015 aunada a importaciones relativamente estables dejó un saldo negativo en la Balanza Comercial argentina de 3.035 millones de dólares. Argentina exportó en el 2015 cerca de 56.700 millones de U$S, en tanto que sus importaciones fueron de 59.700 millones.
b)El déficit comercial del año pasado fue consecuencia de una caída del valor total de las exportaciones medidas en U$S del 17% respecto al 2014, que surge de la combinación de una deflación del 16% en los precios de los productos que vendimos al exterior y una caída de apenas el 1% en las cantidades. Evidentemente, Argentina sufre hoy la fuerte caída en los precios internacionales de los bienes que habitualmente exporta, ya que nuestro país es –en casi todos los casos- “una nación tomadora de precios”. Salvo en el complejo sojero, donde Argentina junto a Brasil tienen una posición importante, en el resto de los mercados internacionales nuestro país tiene una reducida relevancia como para incidir en el proceso de formación de precios.
c)Argentina depende cada vez más del campo y su agroindustria. En el año 2014 las exportaciones de Productos Primarios y Manufacturas de Origen Agropecuario (MOA) representaban el 59% de las exportaciones totales. En el 2015, la gravitación del sector agroindustrial en el comercio exterior creció al 64%, pese a la citada baja en los precios de los principales bienes agroindustriales que vendemos al extranjero.
En la presente nota vamos a poner la lupa en la evolución de las exportaciones del complejo oleaginoso y agroindustrial en el período que va desde el año 2011 al 2015 y la fuerte caída en los precios de exportación (medidos en U$S/tn) de los principales productos del complejo oleaginoso: harina de soja, poroto de soja, aceite de soja y biodiesel.
Del cuadro N°1 podemos observar que Argentina exportó un total de 56.700 millones de U$S en el año 2015. El complejo oleaginoso argentino (soja, girasol, derivados y biodiesel) despachó al exterior cerca de U$S 18.639 millones. Esto implica que el 33% de las exportaciones nacionales del 2015 -medidas en U$S- surgen de la venta de productos del complejo oleaginoso.
Pero si le sumamos a las exportaciones del complejo oleaginoso otras exportaciones de granos y derivados (maíz, cebada, trigo duro, sorgo granífero y harina de trigo), el total despachado al exterior asciende a 23.351 millones de U$S. Esto significa que el campo argentino, sus granos y la industrialización de estos granos aportan hoy el 41% de las exportaciones totales de la República Argentina. La cifra es por demás de elocuente de la importancia del agro argentino. En el año 2011, el peso de estos productos en las exportaciones era del 38%. Hoy, es del 41%. Cada vez más nuestro país depende de la generación de divisas que aportan sus granos y la agroindustria.
Pero si miramos cinco años atrás, veremos que en el año 2011 las exportaciones de granos, aceites, harinas (harina de trigo incluida) y biodiesel totalizaban 31.700 millones de U$S. En el 2015, en cambio, fueron de 23.300 millones de U$S. Respecto del año 2011, a Argentina le están faltando hoy cerca de 8.400 millones de U$S anuales que deberían surgir de las ventas al exterior de los productos del complejo oleaginoso, otros granos y bienes como harina de trigo. La pregunta que cabe hacerse es la siguiente: ¿cayó la cantidad exportada entre el 2011 y 2015 o bajaron los precios internacionales de los productos que vendemos? La respuesta es obvia: cayeron los precios de exportación.
Para confirmar esta presunción, lo que hicimos fue evaluar la evolución de los precios trimestrales de exportación (en U$S/Tn), puntualmente entre el 2011 y 2015, de cuatro productos claves para la economía argentina y su balanza comercial: la harina de soja (que como vemos en el cuadro N°1 es el producto líder y estrella de las exportaciones nacionales), el poroto de soja, el aceite de soja en bruto y el biodiesel. Para ello hemos confeccionado el cuadro N°2 que se adjunta en la presente nota. Los datos surgen de varios informes que emite el INDEC (Intercambio comercial argentino).
En efecto, al evaluar los precios promedios de exportación de poroto de soja, en el tercer trimestre del año 2011 el valor en U$S/tn ascendía a 510 U$S. En la actualidad, tomando el cuarto trimestre del 2015, el precio de exportación promedio fue de 367 U$S/tn. La caída en los precios supera al 28% entre estos dos trimestres del 2011 y 2015.
Afortunadamente para nuestro país, la harina de soja -principal producto de exportación argentino- no registró una caída tan fuerte de precios entre el 2011 y el 2015. El promedio de precios en el año 2015 fue de 367 U$S/tn, en tanto que en el año 2011 era de 370 U$S. Una baja ínfima. Pero no es para alegrarse demasiado. En el cuarto trimestre del 2012, los valores unitarios promedios eran de 537 U$S/tn en la harina. Hoy estamos en 367 U$S/tn. (último trimestre 2015). Esto implica que los precios actuales cayeron cerca de un 37% respecto del mejor valor evidenciado en los últimos cinco años, que fue el último trimestre del 2012.
Donde sí hay motivos suficientes para lamentarse y preocuparse es al mirar los precios de exportación (unitarios trimestrales) del aceite de soja y biodiesel. En aceite de soja, en el segundo trimestre del año 2011 el valor promedio ascendía a 1.205 U$S/tn. En la actualidad, tomando el cuarto trimestre del 2015, el precio de exportación promedio fue de 643 U$S/tn. La caída en los precios supera al 46% entre el 2011 y 2015, midiendo trimestre contra trimestre.
Lo mismo sucede con el biodiesel. En el tercer trimestre del año 2011 el valor promedio ascendía a 1.276 U$S/tn. En el último trimestre del 2015, el precio de exportación promedio fue de 640 U$S/tn. La caída en los precios del biodiesel llega a casi el 50% entre el 2011 y 2015, en la comparación entre los trimestres citados. La baja en los precios internacionales ha jugado más fuertemente en el aceite de soja y el biodiesel por la correlación que tienen estos productos con el valor del barril de petróleo. Esta correlación de precios ha sido comprobada estadísticamente por nuestra Dirección de Informaciones y consta en una nota del año pasado de este informativo semanal.
Finalmente, en el cuadro N°3 quisimos comparar la caída total de las exportaciones (medidas en U$S anuales) entre el año 2011 y el 2015 y las bajas de precios registradas puntualmente en estos cuatro productos. En el año 2011, las exportaciones de harina de soja fueron de 9.907 millones de U$S, en tanto que en el 2015 ascendieron a 9.673 millones. La caída interanual fue leve, apenas del 2%. Los precios registraron (en el promedio anual) una caída del 1% entre el 2011 y 2015. La pequeña baja en las exportaciones de este producto responde claramente a la caída en los precios internacionales de la harina.
Pero en poroto de soja, en el año 2011 se habían registrado exportaciones por 5.425 millones de U$S. En el 2015 ascendieron a 4.252 millones de U$S. Argentina está perdiendo cerca de 1.200 millones de U$S anuales en este rubro, cerca de un 22% respecto de los valores del 2011. La baja en precios promedios anuales de exportación entre el 2011 y 2015 fue del 24%. Es lógico deducir que la pérdida de divisas en las exportaciones de poroto en el 2015 responde –casi en su totalidad- a la baja de precios.
Donde ha sido durísima la caída en la generación de divisas es en las exportaciones de aceite de soja y biodiesel del 2015, al compararlas con las del 2011. En aceite de soja, en el año 2011 se habían registrado exportaciones por 5.009 millones de U$S. En el 2015 ascendieron a 3.691 millones de U$S. Argentina perdió cerca de 1.300 millones de U$S en este rubro, cerca de un 26% respecto del 2011. La baja de precios entre el 2011 y 2015 fue durísima: del 42%. Argentina, en consecuencia, exportó más toneladas de aceite de soja en el 2015 respecto del 2011, pero la caída de precios generó esta pérdida anual de 1.300 millones de U$S, respecto de lo que se obtenía en el 2011.
Finalmente, en biodiesel, entre el 2011 y 2015 se perdieron cerca de 1.500 millones de U$S, una caída interanual del 76%. Una cifra realmente notable. La baja de precios entre el 2011 y 2015 fue del 48%. Claramente, se exporta hoy menos toneladas de biodiesel que en el 2011 cuando estaba abierto en mercado europeo, el cual se cerró posteriormente con las sanciones de la Unión Europea y España. Y con precios, sensiblemente menores.
Pero volvamos a lo expresado anteriormente que es base del título de esta nota. En el año 2011 las exportaciones de granos, aceites, harinas (harina de trigo incluida) y biodiesel totalizaban 31.700 millones de U$S. En el 2015, en cambio, fueron de 23.300 millones de U$S. Nuestro país perdió en el 2015 divisas por 8.400 millones de U$S anuales respecto de lo logrado en el 2011. Producto principalmente de la baja de precios internacionales de los productos que exportamos. En dos años de pérdidas anuales se acumularían los importes que hoy debemos pagar a los holdouts y fondos buitres. No hay viento de cola para Argentina. Hay un terrible ventarrón de frente.
Autor: Julio Calzada – Emilce Terre – BCR
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