Daniel Norero, fundador y gerente de operaciones de Neocrop Tech, nos adelanta los beneficios y potencialidades de la edición génica como por ejemplo generar cultivos más nutritivos, resilientes al cambio climático y amigables con el ambiente. Estos temas serán uno de los focos de debate en el próximo Congreso de Aapresid, que se llevará a cabo los días 9, 10 y 11 de agosto en el salón Metropolitano de la ciudad de Rosario, Santa Fe.
Barata y sustentable, la nueva aliada de la agricultura actual
Desde Neocrop Tech definen a la edición génica como tijeras moleculares: “podemos cortar y sacar ciertos genes de cualquier organismo vivo, en nuestro caso plantas, para lograr expresar un rasgo ventajoso, como resistencia a una enfermedad o aumentar el contenido de algún nutriente. A diferencia de los transgénicos, los cultivos que se desarrollan con esta técnica no llevan inserto ningún gen de otra especie”.
El acortamiento del tiempo en el proceso de mejora de cultivos es otra de las ventajas clave de esta técnica. “Apuntamos a tiempos records de 3 a 5 años, cuando un esquema tradicional de mejora requiere más de 10 años para liberar una nueva variedad al mercado. Este atributo se torna clave para afrontar una demanda de alimentos que se duplicará para 2050, y está a la vuelta de la esquina”.
Por otro lado, es una técnica barata, de fácil uso y de regulación más sencilla. A diferencia de los transgénicos, que requerían de una gran espalda financiera para aguantar un proceso burocrático complejo de más de 10 años y un gasto de más de 100 millones de dólares para llevar un producto del laboratorio al mercado, Norero dice que con esta técnica todo se simplifica. “Jamás antes las startups hubiésemos podido apostarle a esto”.
A la carta: casos exitosos en el mundo y Latinoamérica
Existen varios alimentos con esta tecnología disponibles en el mercado. “Un ejemplo, es Japón, que desde 2021 comercializa un tomate con alto contenido de un aminoácido que protege contra la hipertensión. Otro es en Estados Unidos, donde se comercializa una ensalada de hoja de mostaza con mejor sabor. O en Chile, donde se desarrolló un trigo editado alto en fibra para una mejor salud digestiva, que si bien hoy aún se encuentra en fase experimental, ya se están realizando las pruebas a campo.
En Latinoamérica, en cambio, somos pioneros a nivel global en el ámbito regulatorio, destaca Norero. “Argentina dio el paso con la primera regulación para cultivos editados a nivel comercial en 2015, permitiendo su rápida salida al mercado. Le siguió Chile en 2017, y desde entonces, se han sumado una veintena de países a nivel global con regulaciones propias, ocho de ellos en Latinoamérica, la región más amigable”.
Sin embargo, Norero señala que se necesita una mejor articulación a nivel regional, con el objetivo de ofrecer y mostrar el potencial de la metodología. “Esto facilitaría un match entre quienes estamos desarrollando soluciones y a quienes les pueden impactar”.
Fuente: Aapresid