¿Conocés el árbol de tu vereda? A partir de este interrogante surge este libro que aborda los aspectos relevantes del arbolado público de la ciudad de Rosario a través de una mirada didáctica, lúdica y poética.
La presentación será el próximo domingo 2 de julio a las 11 horas en Estación Embarcaderos, Vélez Sarsfield 164. Ese mismo día habrá, además, intercambio de plantines. La entrada es libre y gratuita.
Esta edición contiene los ciclos del liquidámbar, un espacio para reconocer y dibujar las especies cercanas, un listado de árboles que podemos encontrar en cada barrio, las leyes que los protegen y una poesía para conectar con su dimensión ecológica y narrativa.
Esta es la primera publicación de Georgina Paladino que luego de presentar el proyecto en la carrera de Paisajismo se animó a la materialización: “Creo que más que un libro se trata de una experiencia, una forma de conectar con eso que nos rodea en la ciudad y no nos detenemos a observar. Rosario tiene una gran vegetación, espacios verdes, estamos ubicados en la zona del Humedal. Para cuidar y respetar, hay que conocer, de ahí nace la necesidad de poder expresar los múltiples beneficios ecosistémicos que nos brindan los árboles y la naturaleza. Lamentablemente tuvimos que pasar por incendios para comprender lo vital que es estar en equilibrio con todo lo que nos rodea¨.
Los árboles hablan es una publicación para todos los públicos, volver a la infancia e interactuar con las menciones lúdicas y poéticas, los colores y formas pero también para ser responsables de este tiempo y lugar.
Georgina Paladino nació en Rosario en 1984. Su destino estaba esperándola en un cantero lleno de plantas y bichos bolita.
Entre miles de cosas, es también Comunicadora Social, trabaja en prensa, comunicación, periodismo y da talleres de escritura.
Actualmente está cursando el segundo año de la carrera de Paisajismo y encontró la síntesis que la completa: arte, naturaleza y expresión.
Se define como una buscadora incansable de historias y defensora de las palabras. Cree que todo cobra sentido cuando se comparte.
