Durante los emocionantes 23 días que duró el Mundial Sub-20 de fútbol, Argentina recibió un total de 414 mil visitantes, entre nacionales y extranjeros, que se congregaron en las principales sedes del torneo. Según un informe elaborado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), estos visitantes generaron un impacto económico significativo, gastando un total de $93.713 millones en alojamiento, comida, transporte interno, compras y entretenimiento.
Si bien las ciudades más beneficiadas fueron La Plata, Mendoza, San Juan y Santiago del Estero, que fueron sedes de la competencia, los turistas no se limitaron a quedarse en esos lugares, sino que también exploraron otras localidades, especialmente los viajeros internacionales.
“La enorme capacidad de organización de nuestro país hizo que por el Mundial Sub-20 ingresaran 362 millones de dólares, se ocuparan hoteles y restaurantes y se movilizaran más de 415.000 turistas que pudieron disfrutar de las bellezas de la Argentina”, afirmó Massa.
Los datos del sector se desglosan de la siguiente manera: se estima que hubo 230 mil turistas extranjeros, con una estadía media de 7 días y un gasto diario promedio de US$200 por persona, según las cifras proporcionadas por el Gobierno nacional. Los visitantes extranjeros inyectaron un total de US$322 millones, equivalente a $81.949 millones.
A estos números se suma el aporte realizado por la FIFA en términos de gastos de organización, que ascendió a US$40 millones.
Durante su estadía en el país, los turistas extranjeros realizaron importantes compras en indumentaria, calzado, marroquinería y joyería, aprovechando la ventaja del tipo de cambio.
Además de los turistas internacionales, se sumaron 184 mil visitantes locales, quienes aprovecharon el torneo juvenil como una oportunidad para viajar, presenciar los partidos y hacer turismo. Los turistas nacionales gastaron en promedio $16 mil diarios, con una estadía estimada de 4 días, generando un impacto económico directo de $11.764 millones.
Los turistas locales se hicieron notar especialmente en los cuatro partidos de la Selección Argentina, donde su presencia fue destacada.
Estos números no sorprenden si consideramos la magnitud del torneo, en el que participaron 24 selecciones de todo el mundo con 504 jugadores. Cada equipo llegó acompañado de una comitiva de coordinadores y asistentes, además de los familiares y amigos que los siguieron.
Los partidos que registraron mayor asistencia fueron aquellos en los que jugó la selección nacional, que lograron llenar estadios completos en Santiago del Estero y San Juan, así como los encuentros a partir de los cuartos de final.
En términos de ciudades, La Plata fue una de las más beneficiadas por el torneo, ya que albergó la semifinal y la final, atrayendo a una gran cantidad de aficionados y turistas.
El Mundial Sub-20 de fútbol no solo dejó una huella deportiva en Argentina, sino también un impacto económico notable, impulsando diversos sectores como el turismo, el comercio minorista y la hostelería.