Luego de temperaturas que sobrepasaron los 36 °C y una demanda atmosférica que está siendo histórica, por lo prolongada y fuerte que se mantiene, llegó el alivio. El pasado miércoles dejó acumulados de 30 a 70 mm. Son lluvias que valen oro para la región. El lugar más necesitado, el NE bonaerense, recibió 40 mm fundamentales para los cultivos, aunque para los ciclos cortos de soja el daño por sequía es irreversible. También hay contradicciones, porque a pocos kilómetros, en zonas bajas del oeste de la región núcleo, volvieron los anegamientos y los caminos están intransitables. En soja de primera, ya sin posibilidad de rindes récord, los promedios se ubicarían en 37,7 qq/ha dentro de un amplísimo rango de valores que van desde 20 a 55 quintales. Prácticamente definido, el rinde de maíz de primera se ajusta a la baja en el último tramo de su ciclo.
Un febrero demandante pero con lluvias
Mes muy caluroso pero también con lluvias muy deseadas y oportunas. Los lotes más favorecidos son los del este de la región, donde se estaba marcando la falta de agua. Sin embargo, los suelos del oeste ya venían muy recargados y las lluvias generaron más problemas. En localidades cómo en Maggiolo, (Santa Fe) se llevan 216 mm acumulados en el mes. Los amarillamientos afloran en los lotes bajos producto de la anoxia. Además, el temor a problemas con la cosecha ante el mal estado de los caminos rurales está instalado. Pese a ello, hay excelentes expectativas en los lotes altos. La soja de primera transita principalmente el inicio de formación de grano (53%), y también hay lotes en fructificación (13%), y plena formación de grano (34%). La de segunda está fructificando en el 60% del área. Su condición ha mejorado notablemente esta última semana. Sin destacar plagas fuera de control, los aplicadores avanzan normalmente con los controles de rutinas en los cuadros de la zona. (GEA)