La problemática por los “trapitos” o cuidacoches en Rosario sigue sin encontrar una solución, pese a que se han presentado iniciativas para intentar atacarla.
Desde marzo de 2014, el Concejo Municipal de Rosario tiene a estudio de las Comisiones de Gobierno y Obras Públicas el proyecto que presentara el entonces edil del PRO Roy López Molina, que plantea prohibir los “trapitos” en los lugares en que, se sabe, estos operan imponiendo tarifas simplemente por estacionar en un lugar público.
“Nosotros planteamos la prohibición para los lugares más complicados de la ciudad: canchas de fútbol, boliches bailables, zonas cercanas a espectáculos públicos, zonas de estacionamiento medido, entre otros. Y, además, planteamos un relevamiento con asistentes sociales para tener cuantificadas a las personas que ejercen la actividad amablemente y responsablemente y que hay que ayudarlas a reinsertarse al mercado laboral formal”, explicó el ahora diputado provincial a ON24.
“Esto no va a mejorar por no hacer nada, sino que va a ir empeorando con tarifas más altas y más violencia”, dijo y ejemplificó: “En La Fluvial, por ejemplo, los cuidacoches cometen el delito de amenazas, extorsión y robos. Y eso que es no es un predio grande, con presencia municipal, provincial y federal, porque hay prefectos dando vueltas”.
“Hoy, sin tener en cuenta la extorsión, cuidar autos no es un delito ni una falta. Pero generalmente a esa circunstancia, se suma la amenaza y ahí se suma el delito de extorsión, y el problema es que nadie puede probar que en ese momento existió tal amenaza. Entonces, nosotros queremos configurar que solamente la actividad de cuidar coches en determinados lugares sea una falta o contravención”, detalló.
El ex concejal recordó que su partido intentó “en varias oportunidades” aprobar el proyecto, pero “nunca logramos tener los votos”, señaló. “La mayoría de concejales, tanto del FPCyS como del Kirchnerismo nunca nos dieron el aval para avanzar. Incluso, con el entonces secretario de Gobierno y de Control nunca logramos unificar una postura”, afirmó. “Cuestionaban su eficacia pero mientras tanto no se hace nada”, resaltó.
En ese sentido, López Molina manifestó que los fiscales “deberían empezar a investigar el posible delito de asociación ilícita en lugares como las canchas de fútbol o La Fluvial. Porque si un delito se comete todos los fin de semanas, en los mismos lugares y bajo las mismas condiciones y las autoridades de control y policiales no lo ven, yo diría que habría que empezar a investigar”.
“Todos los lugares donde los trapitos actúan son grandes cajas negras: Pichincha, La Fluvial, los estadios de fútbol. Allí se juntan miles y miles de pesos y no sabemos entre quiénes se reparten”, expresó López Molina y finalizó: “De los 50 pesos que cobra un cuidacoche, probablemente a su bolsillo vaya un 20%; el resto va a una caja negra que no sabemos quién la maneja o que suponemos que la manejan aquellos que la tienen que controlar y se hacen los tontos. Y en ese punto hay que actuar y buscar pruebas”.
En la misma línea, el actual concejal del PRO Gabriel Chumpitaz sostuvo, en diálogo con A Fondo LT8, que el segmento de cuidacoches que hay que atacar es “el que tiene que ver con las mafias organizadas que recaudan, extorsionan y generan violencia en Rosario”. “No hay que ser hipócritas, sabemos que las barrabravas manejan estas mafias de los cuidacoches. Es hora de que en Rosario se intervenga esta situación”, manifestó.
Habrá que ver si a partir de las próximas sesiones ordinarias del Concejo, que empiezan en marzo, éste u otro proyecto, de otra fuerza política, sea, cuanto menos, debatido para intentar alcanzar una solución. Porque es claro que, sin ninguna medida, la calle pública seguirá teniendo dueños anónimos.
REDACCIÓN ON24