La extensión del acuerdo para exportar grano del Mar Negro suma presión bajista, y el trigo ruso gana competitividad.
El duro golpe de la sequía redujo la oferta disponible de trigo para exportación. Según estimaciones propias, Argentina acabará despachando en la campaña 2022/23 un total de 4,5 millones de toneladas de granos, de las cuales ya se embarcaron 2,2 Mt hasta abril. Los 2,3 Mt restantes tendrán como destino principal el vecino país de Brasil, pese a que en la actualidad la oferta argentina no resulta particularmente competitiva frente al trigo de origen ruso.
Observando la evolución de los precios FOB desde distintos orígenes, ya desde fines de 2022 el cereal argentino se encuentra entre los más caros de los principales países exportadores, y la brecha entre éstos no hizo más que agrandarse a medida que quedaba claro lo restringida que resultaría la oferta de grano en la campaña en curso.
De este modo, entre comienzos de octubre 2022 y la fecha, el trigo con origen en los puertos de Francia y Rusia cayeron un 38% y 18%, respectivamente, hasta US$ 220/t y US$ 260/t, en vísperas del ingreso de su nueva cosecha. Mientras tanto, el FOB de trigo origen argentino mostró una baja de apenas 7%, anotando mayormente puntas vendedoras durante el período, y cerrando la semana en valores cercanos a US$ 335/t. Finalmente, el trigo de invierno de EE. UU. registra cotizaciones para exportación en torno a US$ 390 US$/t, también por encima de sus pares europeos.
En el mercado doméstico argentino, las cotizaciones de referencia muestran una incipiente recuperación desde el mes de abril. Luego de haber iniciado la campaña con precios rondando los US$ 340/t hacia diciembre del año pasado, las cotizaciones internas del trigo comenzaron un sendero marcadamente descendente hasta el mes pasado. Desde entonces, la Pizarra Rosario equivalente en dólares subió desde un mínimo relativo de US$ 270/t a US$ 293/t esta última semana.
La recuperación de los precios motivó una relativa recuperación del ritmo de negocios en el mes de abril, que según datos preliminares de SIO Granos y estimaciones propias recuperó un nivel de negocios no observado desde el mes de diciembre de 2022, aunque lejos de los meses más álgidos de los últimos años. El gráfico a continuación muestra los resultados preliminares hasta el 18 de mayo.
Respecto a este volumen de comercialización, y con los negocios nuevos de exportación para la campaña actual virtualmente frenada, la oferta de trigo tiene como destino fundamentalmente la molinería. Incluso la exportación está abasteciendo a la industria con grano que adquirió, pero finalmente no podrá embarcar en la campaña en curso. Según datos de SAGyP, desde mediados de marzo a la fecha las compras semanales de trigo por parte del sector industrial se han ubicado consistentemente por encima de los volúmenes adquiridos por el sector exportador, lo que contrasta notoriamente con el comportamiento exhibido en los últimos 5 años.
El Mercado de Chicago, entre tanto, exhibe la tendencia opuesta. Desde valores en torno a los US$ 250/t a fines de marzo, los futuros de trigo operaron esta semana por debajo de los US$ 230/t. Además, sumó presión adicional el hecho de que este miércoles se renovó el acuerdo entre Ucrania y Rusia para poder exportar granos desde el Mar Negro por otros 60 días, justo un día antes de que caducara la última extensión del acuerdo firmada hace dos meses.
La incertidumbre que se había generado acerca de la renovación en estos últimos días había detenido el flujo de buques en la zona y causado inquietud en los mercados de granos, por lo que la rúbrica del acuerdo por otros dos meses trajo calma sobre éstos, lo que se vio reflejado en un descenso en los precios.
Desde que se firmó el acuerdo inicial por 120 días en julio del año pasado (que luego fue renovándose a los sucesivos vencimientos), más de 950 buques transportaron un total de 30,3 Mt de granos y derivados desde los puertos ucranianos de Odesa, Chornomorsk and Yuzhny-Pivdennyi, ubicados en el Mar Negro.
Fuente: BCR